Artículo escrito en colaboración por Micaela Oliva y Micaela Minelli
La nueva pareja del actor Gastón Pauls tiene 18 años de edad —casi 30 años menos que él— y estalló la polémica en redes sociales: ¿está bien una relación en estos términos?
Hace unas semanas, las redes festejaban que el actor Keanu Reeves (55) presentara a su pareja Alexandra Grant (46) y lo mostraban como algo inusual y digno de ser reconocido: el actor le lleva tan solo 10 años. Pero, ¿por qué nos sorprendió tanto?
Sorprende porque estamos acostumbrades a que los hombres cisheterosexuales busquen parejas mucho menores que ellos. Por ejemplo, hace un tiempo comenzó a circular un gráfico donde mostraba cierto patrón en las parejas del actor Leonardo DiCaprio (45): no suelen superar los 25 años de edad. Sin ir más lejos, a su actual pareja Camila Morrone (22) la conoce desde que ella tenía 11 años de edad.
El programa Saturday Night Live parodia en uno de sus sketches estas situaciones. Un reality show donde los hombres conocen a sus futuras segundas esposas: todas menores de edad que eventualmente se casarán con ellos, hombres ya adultos.
Si ponemos el ejemplo de la pareja de Gastón Pauls (47) en estos términos, cuando su novia (18) comenzaba el colegio primario (calculemos que a sus 6 años de edad), el actor ya era un adulto de 35 años que comenzaba una relación con la actriz Agustina Cherri y transitaba un camino para superar su adicción a las drogas.
Si bien hay quienes quisieron frenar la discusión sobre Pauls, alegando que cuestionar este vínculo es poner en duda la autonomía de las mujeres mayores de edad de elegir a sus parejas sexoafectivas, tenemos que corrernos de ese eje. Que una relación ocurra en términos legales y consentidos no quita que se pueda cuestionar la naturalización de estas conductas.
No, nadie está diciendo que Gastón Pauls sea un violador o un pedófilo, dado que ambos son mayores de edad y no podríamos ponerlo en esos términos. Pero, ¿qué es lo que lleva a un hombre de casi 50 años a tener una relación con una joven de 18 años de edad? La cultura machista.
Desde chiques nos repiten el cuento de que las mujeres maduran mucho más rápido que los hombres y usualmente nos alientan a salir con personas más grandes que nosotras para no notar esta supuesta diferencia. No, las mujeres no maduramos más rápido, sino que nos inculcan todo lo que una mujer debe ser desde muy chicas y tenemos una tendencia a asumir los roles impuestos mucho antes que los varones, a quienes se les permite ser niños y disfrutar su libertad durante mucho más tiempo.
«Sos muy madura para tu edad», en realidad suele significar que ya te ven como alguien con quien podrían tener sexo sin que eso implique un delito aunque no van a dar cuenta de la desigualdad que representa la diferencia de edad y la relación de poder que genera. En este sentido, las películas ayudan a naturalizar y hasta romantizar la diferencia de edad en los vínculos heterosexuales que protagonizan actores como Richard Gere, Leonardo Di Caprio o Woody Allen.
La guionista Florencia Tundis expuso hace un tiempo en Twitter este fenómeno. Actrices que interpretan personajes de mayor edad, porque parece que contratar actrices que tengan la edad real de los personajes no garpa porque ¡sorpresa! Se verían como una mujer de esa edad y sabemos que las mujeres en las películas (y un poco en la vida real, según el imaginario de la sociedad) deben siempre parecer más jóvenes de lo que realmente son.
También se da el caso de actrices cuyos coprotagonistas son mucho más grandes que ellas e interpretan a sus interesados románticos, pero casi nunca la situación se da al revés. Y si pasa, siempre será motivo de conflicto durante la película, mientras que, cuando la mujer es menor, es algo totalmente naturalizado.
En la vida real, los galanes también las prefieren siempre jóvenes. Parece que la gerontofobia sólo es para ellas. Un análisis de las edades promedio que se buscan en una de las aplicaciones de citas más usadas arrojan resultados bien diferentes según se trate de hombres o mujeres, publicó Christian Rudder, cofundador de la app OkCupid.
Ellas suelen preferir a alguien un par de años mayor en comparación a su edad. En cambio para ellos, aunque avance su propia edad, el promedio de edad de las personas con las que buscan encontrarse se mantiene alrededor de los 20 años.
A raíz del debate, una usuaria de Twitter recuerda cuando por la televisión y la radio los conductores festejaron que Luciana Lopilato cumpliera 18 años. La misma situación denunció la actriz Natalie Portman que sucedía en una radio local, que llevaba la cuenta regresiva hasta que cumpliera la mayoría de edad.
Si revisamos las categorías de los sitios de pornografía vamos a encontrar a las «Barely legal» («apenas legal»): chicas cuya mayoría de edad podríamos poner en duda, que tienen sexo con hombres mucho mayores que ellas. Porque esa es la fantasía: cogerse a una pendeja, a la amiga de tu hija, a la sobrina de tu amigo, a la hermana de un conocido.
El hecho de que sea algo legal pero que por poco podría no serlo parece generar morbo entre los hombres. Y sí, este también es un argumento muy usado: se empieza a perseguir a una menor y, llegada la mayoría de edad, se le insiste con que ya es legal que puedan estar juntos.
La esposa trofeo, además de bella, delgada y hegemónica, debe ser joven. Este es otro de los ítems de la masculinidad competitiva y de allí viene la publicación de uno de los seguidores de Jair Bolsonaro al referirse a la esposa del presidente de Francia, Brigitte Macron, que le lleva la misma edad que Donald Trump a Melania pero, como en este caso ella es mayor que él, es motivo de burla.
Es así como también, cuando es el hombre el menor de la pareja pero la mujer entra dentro de los cánones de belleza, se lo pone a él en un pedestal por estar saliendo con una «MILF» («mother I’d like to fuck/Madre a la que me cogería»). Porque, insistimos, siempre es así: mayor o menor, la mujer tiene que ser hegemónica y, en caso de ser adulta, aparentar menos años de los que tiene. Incluso así, siempre encontrarán la forma de humillarla o reducirla a un objeto.
Ya sea en forma de niñas aparentando ser mayores, con algodón bajo el corpiño o exagerando el maquillaje, o de adultas con cremas anti-age que quieren parecer más jóvenes, las feminidades reciben siempre la presión social de la mirada patriarcal. El ser «deseables» para los hombres es el mandato que atraviesa todas las etapas de la vida.
Que podamos salir con alguien 30 años mayor o menor a nosotres no está mal, pero es interesante ponernos a pensar por qué preferimos ciertas edades dependiendo nuestro género y el rol que se nos asigne por este en la sociedad. Por qué los hombres tienden a buscar mujeres mucho menores y las mujeres sienten que deben buscar hombres más grandes para que la relación sea equitativa en términos de «madurez» intelectual.
Que las ganas de ser libres y poder elegir a nuestras parejas sexoafectivas no nos quiten la capacidad de cuestionarnos el por qué de los mandatos para empezar a deconstruir y reconstruir las prácticas desde una mirada menos patriarcal y machista.
Interesantísimo los focos y la manera en la que describen. No había visto ese sketch de SNL. Muchas gracias chicas!
Thumbs up!
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Personalmente siempre me he relacionado con personas mayores, la diferencia ha variado desde 5 años hasta 20 pero, podría decirse que me gustaron por lo que son y no por su edad llega un punto en el que se te olvidan esas cosas. En el ámbito farandulero creo que si está muy marcado lo que mencionas.
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Interesante deeconstruir el paradigma de que las mujeres maduramos antes que los varones. .
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Probablemente esto tenga raíces en el considerar a las mujeres como «fábricas de bebés», además de accesorios decorativos o presumibles: entre mayor te veas, menos fértil, ergo menos «útil». Una consecuencia más de tratar como objetos a las mujeres y buscar usarlas, no como personas valiosas para acompañarse mutuamente.
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Patético!! Que lo festejen y lo publiquen!! Una niña que podría ser la hija o nieta!!! Unos PEDÓFILOS: ESO SON!!!
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La verdad es algo sobre lo que he reflexionado mucho mucho, mucho… bastante… y dejando de lado las relaciones plenas y funcionales entre personas con amplias diferencias de edad, creo que la aspiración y la fantasía de tener una relación «sexoafectiva» con alguien mucho más joven responde de primera al valor de la juventud y solo en un segundo plano a la disparidad de genero.
Es cierto que la mujer y su cuerpo ha sido una moneda de cambio para establecer relaciones sociales y de familia, aún lo es hoy en día, no hay que ser faranduleros, al rededor del mundo aún se arreglan matrimonios por dote y muchas veces estos matrimonios arreglados son de hombres mayores con chicas muy jóvenes e incluso niñas. Tampoco se puede negar que de forma más aceptada y sutil las mujeres son empujadas a «madurar» más rápido, es decir a reconocer su papel sexual aún tal vez a una edad que no han terminado de desarrollarse biológica, psicológica y socialmente para tener relacione sexuales, que es donde convenientemente para el abuso se desdibuja la línea de la pederastia. Aunque habría que hacer un paréntesis: los hombres también somos empujados a ejercer la sexualidad de forma precoz. Hasta aquí comprendo plenamente la acusación de un modelo patriarcal y machista.
Sin embargo, retomando mi argumento principal, no es más la disparidad de genero la que explica estas relaciones que la construcción y el fetiche de la juventud, y su consecuente mercantilización por un contexto más amplio que el del patriarcado, es decir, nuestro modelo de producción y consumo. Es incluso desde donde se explica mejor la hipersexualización de la adolescencia, tanto para perjuicio de las mujeres como para perjuicio de los hombres (yo no sería capaz de hablar de otras expresiones sexuales como la homo o pansexualidad, entiendo que quien escribió este articulo tampoco fue capaz de concebir su explicación), y también la mercantilización de la juventud, así el valor de alguien joven -para nuestro modelo económico- viene dado tanto por su capacidad reproductiva (aunque aun no sea un individuo desarrollado) y como recurso de la fuerza de trabajo, adicionalmente es esto por lo que la infancia en términos legales tiene valor nulo, o al menos yo no se de algún lugar donde a los infantes se les permita participar en las decisiones de un país.
Pensándolo así las diferencias de genero se desdibujan bastante, ya no estamos ante un conflicto machista (el cual sigo reconociendo) pero en un sentido más amplio es ante una mercantilización de la juventud, de la reproducción y de la vida, y con ello no solo la de la mujer sino del hombre también, con quienes creo que este articulo ha sido especialmente excluyente, y es que bajo este esquema de fantasía sobre diferencia de edades, las mujeres conforme se han empoderado también recurren a relaciones de poder, así como existe la figura de la sugar momma de forma paralela (y no contraria u opuesta) a la figura de sugar daddy; así como aplicaciones del tipo AdoptaUnTio; esto claramente no se puede explicar solo como una extensión del machismo o de un hembrismo, pero si desde el fetiche de la juventud y por eso insisto en subrayarlo.
Finalmente con el machismo no solo sucede que los hombres aspiren a tener por parejas a mujeres más jóvenes, al tiempo que las mujeres visualizan como deseable intercambiar su juventud y atractivos por una posición social o estilo de vida (el cuerpo de la mujer como moneda de cambio pero esta vez como decisión personal); también otros hombres y mujeres son empujados hacia la soledad, particularmente quienes sufren mayormente esto son hombres al estar generalmente desprovistos de mecanismos de socialización así como de lazos familiares más fuertes o estables, seguramente un estudio sobre esto pudiera arrojar luces para reinterpretar las tasas de adicciones y suicidios. Parafraseando, las masculinidades reciben siempre más presión de la mirada patriarcal.
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mmmmmSi supieran que dan asco esos viejos con pibas que son mas chicas que sus hijas. VIEJOS VERDES
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