Si cierro los ojos
aún te siento
anidando en mi oreja derecha
entregando el instante
más fugaz
que alguna vez
en mi cuerpo
ha tenido lugar.
Te siento negándote
a un instante más
y dejando en mi oreja
un jadeo final.
Si cierro los ojos
aún te veo acá
malgastando segundos valiosos
convirtiendo mi hogar
en silencio pesado
castigo en mutismo voraz.
Te veo acá
y si estiro los brazos
te puedo tocar.
Si expando mis oídos
aún te puedo encontrar
en aquella canción
que es «la murga que nace
en la entraña del malón».
Si cierro los ojos
aún puedo besar
tu espalda entre sueños,
después puedo inventar
los versos más bellos,
más tristes
que leerás jamás.
Pero ninguno, mi amor,
va a alcanzar jamás
mi amor por vos
su injusticia,
su crueldad
y su dolor.
Si abrazo mi cuerpo
aún te siento
calmando tu sed
con los restos,
rompiendo mi piel
con tu piel.
Y maldigo el momento en que amé.
Maldigo la vida
que alguna vez inventé
de camino a tu casa
a esa casa
donde ya
no volveré.
Maldigo en un grito
esta vida
donde ya
no te voy a ver.
Si querés compartir nuestro contenido nos ayudarías un montón :)
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado