Artículo colaboración escrito por Antonela Amore
El 12 de agosto se celebró el Día Internacional de la Juventud. Es sumamente importante historizar este día, en el que hacia el año 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas establecía la fecha con el fin de abogar y fomentar la implementación de políticas integrales en los diversos países parte de la ONU, para que apuesten por la emergencia de espacios colectivos y asociaciones a nivel local, regional y mundial compuestos por jóvenes.
¿Cuál es el rol de la juventud en nuestro país?
Esta fecha nos permite conferir un estatuto distinto a les jóvenes, a quienes muchos medios de comunicación —como también muches comunicadores sociales— tildan con frases como «les jóvenes no hacen nada» o «la juventud está perdida», que construyen, en efecto, estereotipos negativizados.
Es así que deviene trascendental, por ejemplo, visibilizar al movimiento Jóvenes por el Clima, constituido por jóvenes que luchan y se movilizan en pos de visibilizar la actual crisis ambiental global que vivenciamos y sus efectos, como también por la defensa y protección del medio ambiente con el fin de que entre en agenda para el gobierno nacional. Siguiendo esta línea, también es importante visibilizar que desde 2002 muches jóvenes del nivel secundario provenientes tanto de escuelas de gestión pública y privada como de distintas organizaciones son partícipes del programa Jóvenes y Memoria, en donde a partir de proyectos de investigación problematizan al pasado reciente como asimismo la vulneración de derechos humanos acaecida durante los contextos de democracia. En este sentido, los ejemplos citados nos invitan a valorizar la apuesta de la juventud nacional, que se moviliza en pos de cambiar nuestro país, el mundo que habitamos y, por sobretodo, imprimir una huella en la historia.
¿Qué espera la sociedad de la juventud? ¿Cuáles son sus posibles campos de acción? ¿Qué herramientas tiene? Las normativas que la regulan, en especial la ley nacional 26.061, confieren a estos sujetos de derecho el derecho a disfrutar de un ambiente sano, a expresar sus opiniones en la familia como también a participar y asociarse a grupos con fines políticos, culturales y deportivos, entre otros. Es importante remarcar cómo el interés superior de les adolescentes rige al momento de pensar en los derechos y garantías de este grupo poblacional.
Los lápices siguen escribiendo
Por otro lado, es significativo señalar que en nuestro país cada 16 de septiembre se conmemora el Día Nacional de la Juventud, fecha que rige en el calendario escolar con el fin de visibilizar y restituir entidad histórica a un hecho lamentable que aconteció en el marco de la última dictadura cívico militar. Esta conmemoración que rige desde el año 2006 conmemora a les jóvenes que fueron secuestrades, torturades y asesinades en la llamada «Noche de los Lápices».
Esta juventud argentina de los años setenta se mostraba militante y luchadora, particularmente en la lucha por el boleto estudiantil. Septiembre de 1976 encuentra a estudiantes del nivel secundario de la ciudad de La Plata movilizándose en pos de asegurar su derecho a la educación. En esta fecha rememoramos a les estudiantes asesinades María Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Francisco «Panchito» López Muntaner, Claudio De Acha, Daniel Alberto Racero y Horacio Ungaro. También recordamos a les estudiantes sobrevivientes: Patricia Miranda, Emilce Moler, Gustavo Calotti y Pablo Díaz.
Hoy, la juventud sufre una gran estigmatización producto de una serie de preconceptos y estereotipos asociados, donde puja la representación de la juventud en tanto grupo poblacional desinteresado, con escasa motivación, personas compenetradas únicamente al uso del celular, las redes sociales o los videojuegos. Muches jóvenes participan activamente de la comunidad; sin ir más lejos, recordemos las últimas marchas del NI UNA MENOS o el 8 de marzo, donde miles de jóvenes mujeres e identidades feminizadas se sumaron a protestar y visibilizar la violencia de género y se hicieron eco del llamamiento feminista. El presente contexto pandémico abraza tiempos de cambios y la juventud deviene como actora con la fuerza y potencia para guiar(nos) hacia un mejor panorama.
Fuentes: