We do it together

Artículo por Malena Keegan


La mayoría de las películas y producciones televisivas sigue alimentando un delimitado estereotipo sobre quién es quién, y en especial la mujer. Sin embargo, este asunto excede simplemente a las actrices y el libreto: sólo un 7% de las películas más vistas en Estados Unidos el año pasado fueron filmadas por directoras, y la situación se vuelve más alarmante si se compara el sueldo promedio que perciben los hombres de Hollywood en comparación con el sus compañeras.

Por razones como estas es que en el próximo Festival de Cannes diversas mujeres vinculadas a la industria del cine presentarán una innovadora productora llamada We do it together (“Lo hacemos juntas”), una asociación sin fines de lucro que tiene como objetivo realizar y promover películas hechas por y para mujeres.

La visión de We do it together es que hombres y mujeres trabajen juntos por un cambio en los estereotipos arcaicos vigentes en los medios. Su misión es que, a la hora de ver mujeres en la pantalla, ellas sean representadas con tanta autenticidad y complejidad como sucede con los hombres, persiguiendo mejores historias, reales y con mayor trascendencia.

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Las actrices estadounidenses Jessica Chastain y Juliette Binoche son las caras más conocidas vinculadas a la fundación de la asociación, pero este proyecto cuenta con varias integrantes relacionadas a la industria del cine como Catherine Hardwicke, Zhang Ziyi, Freida Pinto, Amma Asante y Marielle Heller, entre otras.

Una de las principales impulsoras de dicha asociación es la productora Chiara Tilesi, quien presentó el proyecto en la última cumbre anual sobre género de la ONU y explicó: «El cine siempre ha tenido el poder de desafiar las convenciones y cambiar los corazones y las mentes, y tenemos que aprovechar este potencial para desafiar las normas arcaicas que rigen el papel de la mujer dentro de la industria del entretenimiento».

We do it together es el nombre indicado para esta iniciativa de oportunidades equitativas, ya que sólo será posible si lo hacemos juntas, entre todas.

https://vimeo.com/179106208

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Periodistas de Valencia tendrán que completar un curso de feminismo para evitar discursos violentos contra las mujeres

Artículo por Malena Keegan


Los periodistas de la televisión pública valenciana deberán completar un curso de feminismo para así contribuir a eliminar el lenguaje sexista en sus artículos, narraciones o locuciones, escritas y orales, en todos sus canales.

En esta línea, han modificado el borrador del libro de estilo de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación (CVMC), para que haga mayor énfasis en la igualdad entre hombres y mujeres desde los medios de difusión.

 

En el documento se destaca que “la lengua, como reflejo de la opresión contra las mujeres, ha consolidado unos papeles sexuales estereotipados, que a menudo se han asumido como propios sin ninguna consideración crítica”.

 

Un periodismo verbalmente más inclusivo

 

La modificación al manual reclama que decir “los valencianos” es incorrecto, y la opción correcta sería “el pueblo valenciano”. El manual también especifica que en el caso de nombres de cargos, titulaciones y profesiones lo adecuado es reemplazar a la persona con la acción u organismo que le es asignado, por ejemplo, “quien ejerce la jefatura de gobierno” en vez de “el jefe de gobierno”.

 

Además, establece una serie de palabras que deberían ser usadas genéricamente, como por ejemplo “alumnado”, “clientela”, “especie humana” o “humanidad”, para que se englobe tanto a hombres como a mujeres en la misma palabra. Tampoco se debería hablar de las mujeres como la “señora de”, para que puedan ser identificadas como personas, antes que como sujetos dependientes.  

 

El documento indica que cuando se hable de la sociedad en general ya no se hablará de “la mujer” sino de «las mujeres» para referirse a “sujetos históricos reales en toda diversidad” y mostrar “la pluralidad, la heterogeneidad y las identidades reales”.

 

Reunión del Consejo Rector de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación (CVMC)

 

Más que sólo caras bonitas

En los contenidos informativos, deberán ser contemplados diferentes modelos de mujer en cuanto a la edad, el estatus, el cuerpo y la capacidad física. Además se destaca que ciertos temas como el cuidado de las personas, la artesanía o la moda, deben dejar de ser adjudicados solo al público femenino.

Cuando mujeres sean entrevistadas ya no cabrán las tradicionales preguntas sobre maternidad, pareja, edad y cuidados del cuerpo, si no tienen una relación relevante con la noticia. En tanto sí se promueve que los hombres sean interpelados en el aspecto de la paternidad, la pareja y el hogar. También se explicita que la información no sustentará estereotipos donde el éxito femenino se asocie con la belleza y la sensualidad.

 

El libro de estilo además resalta la imperiosa necesidad de la aparición en escena de documentales biográficos que “rescaten del olvido a las mujeres ilustres”, películas dirigidas por mujeres y realizaciones audiovisuales donde las protagonistas femeninas no sean objetos estereotipados.

 

No a la publicidad violenta

 

No tendrán lugar en los espacios publicitarios la prostitución ni cualquier forma de explotación o servicio sexual, y tampoco habrá publicidad sexista, haciendo especial énfasis en la destinada a la infancia y adolescencia “ya que la publicidad genera constantemente imágenes pornojuveniles que avanzan cada vez más la incorporación de las adolescentes en el mercado de la seducción y de las apariencias, y contribuyen así a la diseminación de enfermedades de la percepción corporal como la anorexia, la bulimia y la dismorfia“, manifiesta el documento.

¿Maternidad libre o incubadoras humanas?

Artículo por Malena Keegan


Cada día suena más fuerte el debate alrededor de la Gestación por Sustitución, más conocida como “Alquiler de Vientres”. Un tópico que, al momento, trasciende el plano nacional al internacional y en ambos afloran las más variadas opiniones.

Del otro lado del Atlántico, esta semana, la gestación por sustitución fue un tema caliente en el congreso español. Por nuestro lado, en Argentina, el famoso conductor de TV Alejandro «Marley» Wiebe anunció hace poco menos de un mes que será padre a través de este método.

La maternidad subrogada es uno de esos temas que repercuten en la opinión pública y en el accionar de distintos sectores sociales, pero cabe resaltar que la actualidad española no cuenta con el típico escenario de conflictos sociales. El debate en cuestión se levantó como un punto de opiniones controversiales y alianzas irónicas.

Bloques antagónicos, diferentes razones para argumentar su lucha

Dentro del grupo que apoya la regulación hay feministas, grupos de izquierda, neoliberales y el partido político español Ciudadanos, el cual ya anunció que presentará una propuesta legislativa para ser implementada en lugar de la Ley de Reproducción Asistida de 2006, la cual prohíbe la práctica en cuestión.

Por otro lado, la Iglesia y también una gran porción del feminismo rechazan la regulación por considerarla como una práctica éticamente injustificable y una violación de los derechos de mujeres y menores. En otras palabras: de manera inédita, la derecha más conservadora y una notable parte de los sectores de la izquierda comparten la lucha.

Quienes están a favor de la gestación subrogada insisten en la necesidad del respeto al derecho a la maternidad de quienes no pueden gestar por sí mismas y la libertad de las partes para acordar y consentir una transacción.

Por el contrario, el feminismo morado hace énfasis en que legalizarla constituye otra manifestación del “neoliberalismo sexual”, el cual trata de innovar en sus formas de someter a la mujer en materia de apropiación de su cuerpo, en este caso a través del alquiler de su capacidad de gestación, ya que identifican a las mujeres que se someten a estos acuerdos como socioeconómicamente vulnerables.

Cómo hablamos dirá cómo pensamos

Uno de los primeros focos en este conflicto fue lo conceptual y la expresión. Los sectores a favor buscan asentar el término “gestación subrogada” y combatir contra el popular “alquiler de vientres”, ya que alude a la comercialización de un niño.

Los sectores contrarios a la legalización no tardaron en responder con un aluvión de adjetivaciones similares, tales como «granjas de mujeres reproductoras», “comercio de vientres”, “incubadoras humanas”, y “mujeres-horno”.

Entre las muchas descripciones, se destaca el que llegó a ser lema de la oposición. “No Somos Vasijas” agrupa a la oposición de dicho tópico en Europa, y en su web puede leerse un manifiesto con las 10 razones por las que están en contra de la regulación de forma rotunda.

Incubadoras altruistas

Ciudadanos propuso la semana pasada en el congreso español una ley para regular la gestación subrogada con el objetivo de legalizarla como una práctica «altruista». En el proyecto de ley, se señala que la condición de gestante podría darse solo dos veces y sería limitada a mujeres de 25 años o más, de nacionalidad española o residentes legales, que hayan sido madres previamente y con una situación socioeconómica estable.

Pero, “¿Cuán grande será el número de mujeres mayores de 25 años, con estabilidad económica y un hijo ya gestado, deseosas de ofrecerse como incubadoras a cambio del gasto médico y una compensación por las molestias?” se pregunta la periodista del diario español El País, Luz Sánchez Mellado.