Este artículo fue publicado anteriormente en Tracco Revista
«Mujeres que no fueron tapa» (MQNFT) es un grupo de artivismo que «hackea» los estereotipos de mujeres que aparecen en los medios masivos de comunicación, las empresas y el contenidos de las redes sociales de figuras públicas. Critican publicidades y contenidos poniendo a las construcciones sociales de la mujer en jaque.
Por ejemplo, en Instagram se publicó una publicidad de champú en la cual la joven actriz dice que tiene canas y no sabe cómo llegar impecable al evento. Entonces, encuentra «la solución» con el producto anticanas. Como análisis, Mujeres que no fueron tapa escribe en el pie del video:
«¿Impecable? Lo contrario de impecable es desastroso, defectuoso, deforme ¿Eso somos si no nos tapamos las canas? La actriz aparece infantilizada. La industria de la cosmética se ensaña con nosotras, nos hace sentir inseguridades poniendo al cuerpo de las mujeres como territorio de opinión y objeto de consumo. Hay que rebelarse contra el mandato de las industrias».
Esta cultura es muy común en Latinoamérica y se transmite principalmente mediante lo digital. Este cuestionamiento femenino tiene una página web en la cual su creadora, Lala Pasquinelli, cuenta cómo se originó la iniciativa. El disparador fue comparar la aparición de hombres en revistas con la aparición de mujeres. Los hombres solían ser diversos en lo física y lo intelectual mientras que, en cambio, las mujeres solían ser homogéneas en ambos aspectos.
En una charla TED, Lala comenta que hizo una encuesta preguntando a mujeres lo siguiente: «¿A qué mujer querés ver en la tapa de una revista?» El 30% de ellas respondió que quería ver a mujeres que realizan acciones progresistas para la sociedad y el 70% se refirió a su círculo afectivo cercano. Esto demostró que, generalmente, no se quiere ver a la mujer hegemónica sino a una mujer real.
Dentro del ámbito digital, están las redes sociales de MQNFT. Esto permite a la organización interactuar con las mujeres de manera didáctica y proactiva. La repercusión más notoria que tuvo MQNFT fue a través de Instagram, la red social (paradójicamente) más utilizada para mostrar la estética hegemónica femenina.
Antonio Gramsci fue quien creó el concepto de cultura hegemónica: una cultura dominante sobre los demás tipos de cultura, la norma cultural con la cosmovisión aceptada. Justamente, Mujeres que no fueron tapa lucha constantemente contra la cultura de hegemonía de los medios de comunicación sobre estándares de belleza de las mujeres en sus contenidos.
La lucha que realiza este grupo artivista también es categorizada por Gramsci como contrahegemonía. A su vez, Pasquinelli realiza talleres de «hackeo» de estereotipos en escuelas (públicas y privadas), empresas, ONG, museos, centros culturales y plazas de pueblos de Argentina y de otros países. Crea espacios para que mujeres puedan contar sus experiencias respecto de esta lucha. Interviene en la población de manera lúdica, pragmática y a través del contacto directo con la gente.
Según Gramsci, la clase dominante trata de homogeneizar a un bloque social que indudablemente es heterogéneo y, por lo tanto, tiene profundas contradicciones. Dentro de este foco, Lala plantea su arte comprometida y pone al manifiesto la diversidad del bloque social femenino.
La contrahegemonía de Gramsci, el artivismo de Lala y el concepto de Ch’ixi de Silvia Rivera Cusicanqui se vinculan por la búsqueda de heterogeneidad que no aspira a la fusión, a diferencia de los dominantes.
Mujeres que no fueron tapa plantea la decolonización, al igual que Rivera Cusicanqui, ya que busca no seguir el estereotipo de mujer blanca y europea sino aceptar la diversidad de mujeres en la sociedad, romper con el eurocentrismo dominante que dejó la colonización. Además, ataca contra el discurso hueco: se plantea una nueva ética que no funcione como dominación sino como una redefinición de nuestra identidad en libertad.
Este artivismo es deconstrucción de la imagen de la mujer como cosificación y como objeto de deseo de un mercado. Es desnaturalizar lo instaurado en el colectivo social a través de analizar las estructuras sedimentarias que forman el elemento discursivo, la discursividad filosófica en la que pensamos. Es tratar de acabar con el etnocentrismo occidental en Argentina sobre las normativas implícitas de comportamientos y estética de las mujeres.
La dominación que Pierre Bourdieu planteó es cómo aceptamos un mecanismo superior a nosotros; por ejemplo, la relación que manejamos con los medios de comunicación, algo que recalca este artivismo. A su vez, Bourdieu crea el concepto de categorización de capital en todos los ámbitos que engloban a la sociedad.
Mujeres que no fueron tapa son personas que no quieren pertenecer a ámbitos donde se estigmatiza a la mujer y se la comercializa. Lala habla por las mujeres que están excluidas de la inserción en el sistema capital productivo. Bourdieu también manifestó que una inversión escolar crucial es la transmisión de capital cultural. Esto también lo tiene en consideración Lala al fomentar el aprendizaje de desnaturalización de la hegemonía cultural en medios de comunicación en las escuelas.
El cánon de belleza femenino establecido va variando según el contexto temporal y sociocultural. Lo útil hoy en día es encargarse del cánon actual como lo hace esta organización y romper con el hechizo de lo preestablecido para salir de la anestesia social.
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