Tecnópolis, inaugurada en julio de 2011, fue concebida en su origen como una exposición de ciencia, arte y tecnología. Luego de cuatro años cerrada, este 15 de febrero reabrió con nuevas propuestas. Sigue leyendo Volvió Tecnópolis
Etiqueta: Darío Sztajnszrajber
¿Existe la ideología de género? Aportes para debatir
Un movimiento que rechaza los avances en materia de derechos sexuales y reproductivos, educación sexual, matrimonio igualitario, adopción y reconocimiento de la identidad de género denuncia la expansión de lo que llaman «ideología de género». En este artículo proponemos analizar los alcances de este movimiento, sus orígenes y las posibles respuestas feministas.
La expansión del movimiento
En Perú, lucharon para frenar la enseñanza de la educación sexual; en Chile y México, un autobús naranja circuló por las calles con la consigna «Si eres mujer, seguirás siéndolo», que pretendía resignificar a Simone De Beauvoir. En Colombia, contribuyeron a impugnar el Acuerdo de Paz con las FARC porque «facilitaba el homosexualismo». En Brasil, quemaron una efigie de Judith Butler y lograron el recorte de planes contra la homofobia en las escuelas.
La lista sigue: en Guatemala, promueven la iniciativa 52/57 que propone penalizar el aborto y establecer un régimen de conyugalidad heterosexual. En España, se movilizaron en 2005 contra el matrimonio igualitario. En Paraguay, lograron que se revisara la perspectiva de género en las escuelas y en Bolivia, que la Corte Constitucional derogase la ley de identidad de género.
En Argentina, la cruzada fue primero contra la ley de matrimonio igualitario –cuya sanción significó una importante derrota– y hoy se movilizan contra la legalización del aborto y la implementación de la ley de ESI, aunque también piden la derogación de la ley de identidad de género.
Lejos de la improvisación o la mera denuncia virtual, estos grupos en permanente expansión en América Latina y Europa Occidental tienen influencia en las agendas políticas y han logrado muchos de sus objetivos, a la vez que obstaculizan el pleno ejercicio de los derechos humanos de las mujeres y disidencias sexuales, y se arrogan la potestad de educar a sus hijos según sus creencias, atropellando el rol del Estado.
¿Qué implica y cómo surge el término «ideología de género», acuñado en 1997 por la periodista católica conservadora Dale O’ Leary?
Los orígenes
Transcurría el año 1994 cuando en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo, Egipto) se utilizó el término «género» por primera vez, alertando a quienes rechazan la dimensión cultural que complementa a la biológica y escinde sexo de género.
Sin embargo, serían dos hitos posteriores los que darían lugar al surgimiento organizado de estos grupos y a la articulación de sus denuncias y estrategias de acción. El primero de ellos fue la IV Conferencia de la Mujer en Beijing (1995) que introdujo un llamado al desarrollo de políticas públicas con enfoque de género. A partir de este encuentro, se estableció que los problemas que sufren las mujeres son estructurales, es decir, dependen de cómo están organizadas las sociedades.
Además, se institucionalizó el concepto de género como «la forma en que todas las sociedades del mundo determinan las funciones, las actitudes, los valores y las relaciones que conciernen al hombre y a la mujer. Mientras el sexo hace referencia a los aspectos biológicos que se derivan de las diferencias sexuales, el género es una definición de las mujeres y los hombres construido culturalmente y con claras repercusiones políticas».
El segundo hito relevante para la configuración transnacional de este movimiento fue la Declaración de los Principios de Yogyakarta (2007), que estableció estándares legales para el reconocimiento de la identidad de género autopercibida.
A partir de entonces, agrupaciones religiosas –principalmente católicas y evangélicas– y sectores conservadores seculares comenzaron su cruzada moral en defensa de lo que consideran un «orden natural» amenazado por «la ideología de género». En su época como cardenal, el ex Papa Benedicto XVI sentenció: «La ideología de género es la última rebelión de la criatura contra su condición de criatura».
En Argentina, las caras más conocidas son las de Agustín Laje y Nicolás Márquez, quienes en el año 2016 publicaron «El libro negro de la nueva izquierda: ideología de género o subversión cultural». En él, tergiversan las diversas líneas de pensamiento feminista, trans y queer. El primero sostiene que «la ideología de género es un conjunto de ideas anticientíficas que con propósitos políticos autoritarios desarraigan a la sexualidad humana de su naturaleza y la explican monopólicamente por la cultura».
De acuerdo a Cornejo-Valle y Pichardo (2017), los trabajos producidos sobre ideología de género en distintas latitudes dan cuenta de características compartidas:
- La coordinación entre organizaciones locales y movimientos internacionales de carácter conservador (seculares o religiosos);
- El uso de «lenguaje hiperbólico» común que presenta los avances en equidad de género y diversidad sexual como catástrofes para la humanidad;
- Las manifestaciones urbanas en varios países del mundo;
- El uso de símbolos comunes, relacionados con la familia, la niñez y lo natural;
- El recurso al miedo vía pánico moral para frenar cambios jurídicos y sociales propiciados por las luchas feministas y LGBTI; y
- El uso de una retórica polarizada que determina posiciones y relaciones entre agentes antagonistas.
Además, hacen referencia a un supuesto escenario de complot internacional para acabar con la familia y promover la homosexualidad, niegan la existencia de la violencia de género y equiparan al feminismo con el machismo.
¿Existe la ideología de género? Algunas respuestas feministas
La primera observación que surge de los argumentos de estos grupos conservadores es que pretenden imponer sus posiciones morales a toda la sociedad. El caso más claro es su postura ante el aborto: mientras ellos lo rechazan porque lo consideran un atentado a la vida, pretenden obligar a las personas gestantes a continuar con sus embarazos no deseados. Por el contrario, quienes promueven su legalización, no obligan a nadie a abortar.
Si continuamos el análisis, aparece el enfrentamiento entre lo «natural» y lo «cultural/social». En este caso, ambas posturas aparecen como irreconciliables. Desde la perspectiva de género hay lecturas que sostienen que no se discute la realidad de las diferencias sexuales, sino la legitimidad de los estereotipos construidos por la sociedad sobre esas diferencias (Maffía, 2003).
Lecturas como la propuesta por Diana Maffía argumentan que «el sexo anatómico mismo, y su presunta dicotomía, son producto de una lectura ideológica» (que disciplina a los cuerpos que no se adaptan a la lectura que se espera de ellos, como es el caso de las personas intersex). «La paradoja de la ambigüedad anatómica pone en cuestión que macho y hembra sean datos biológicos que fuerzan la cultura de dos géneros».
En un nivel de análisis aún más profundo, surge la necesidad de pensar en el concepto de «ideología». Desde los años setenta, las lecturas feministas de Louis Althusser sirvieron para comprender que el género, en tanto organización imaginaria de relaciones sociales entre los sexos, opera como una ideología. «El análisis del género como ideología otorgó rigor teórico a una comprensión de lo personal como efecto de una organización político-sexual» (LATFEM).
En este mismo sentido, el filósofo Darío Sztajnszrajber sostiene que no se puede no ser ideológico porque «uno siempre parte desde un lugar que supone una cuestión subjetiva y una intención de poder. Hay una decisión de ordenar de acuerdo a ese paradigma, consciente o inconscientemente».
Asimismo, la ecofemini(s)ta Danila Suárez Tomé afirma: «Lo que ellos no ven es que lo que llevan adelante, también es una ideología. O sea, un conjunto de representaciones del cual deriva un cierto programa social» (FILO). Vale decir que, si ambos posicionamientos son ideológicos, este argumento deja de ser válido para movilizarse en detrimento de la ampliación de derechos de las mujeres y disidencias sexuales.
¿Será ese «orden natural» a proteger tan frágil que requiere de una maquinaria falaz y violenta para sustentarlo?
Material consultado:
- Revista La Tinta: “Del género como ideología”.
- FILO: “¿Qué es la ideología de género?”.
- Página 12: “Hijos e hijas, no cosas”.
- Página 12: “La nueva cruzada”.
- Revista Anfibia: “Respuestas para confrontar a los antiderechos”.
- Mujeres en Red: “La “ideología de género”. ¿Sólo una alusión despectiva?”.
- Universidad de La Sabana: «Diferencia entre la perspectiva de género y la ideología de género» (Martha Miranda-Novoa).
- Escuela de Estudios de Género, Universidad Nacional de Colombia: «Hacer y deshacer la ideología de género» (Mara Viveros Vigoya).
- Revista de fundamentación de las Instituciones Jurídicas y de Derechos Humanos: «Ideología de género: de la naturaleza a la cultura» (Ángela Aparisi).
- Feminaria: «Sexualidades Migrantes, Género y Transgénero» (Maffia, Diana).
Debe estar conectado para enviar un comentario.