Hace algunas semanas, en los premios Grammy 2021, Beyoncé hizo historia como la primera mujer de la industria musical en ganar 28 estatuillas Grammy. Un merecido reconocimiento que nos refresca la memoria de quién es Beyoncé y por qué es importante para el feminismo y la industria musical.
Poder desenvolverse en cualquier ámbito de la vida teniendo posibilidades similares a las de los varones es una situación casi inexistente para las mujeres y disidencias. Son muchas las presiones y las obligaciones impuestas por la sociedad que nos relegan de grandes industrias, como la musical. Tener ambiciones tan grandes da miedo y, para concretarlas, se requiere el triple del trabajo del que quizás realiza un hombre.
Fueron necesarias carreras de miles de mujeres para que Beyoncé pueda ocupar el lugar que ahora tiene. Mujeres que quedaron fuera del mainstream pero sí que hicieron historia. Mujeres que abrieron y allanaron el camino para que hoy podamos tener un mercado musical, tanto en el mainstream como en el under, mucho más diverso.
Sobre este punto, recomendamos el podcast de Barbi Recanati, Mostras del Rock, en el que hace un recorrido histórico desde Mamy Smith, la primera mujer en grabar una canción de blues, hasta Madonna.
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Beyoncé, su historia
Beyoncé se involucró por primera vez con el mercado musical a los nueve años de edad. Tuvo el privilegio de que su padre creyera y se preocupara por su potencial tanto como para renunciar a su trabajo estable y ocuparse de ser su representante. Con 16 años (entre 1997-2006), como parte de Destiny’s Child junto con Kelly Rowland, Michelle Williams, LeToya Luckett, LaTavia Roberson y Farrah Franklin (turnándose entre ellas pero siempre con Beyoncé), logró hacer llegar a nuestros oídos grandes éxitos que hasta el día de hoy son conocidos y escuchados por muches, como Say My Name.
Más tarde, cada una lanzó sus propios trabajos como solistas, aunque el de Beyoncé fue el más exitoso: su primer disco, Dangerously in Love, la consagró como una de las mejores artistas de los años 2000. Una década en la que el pop lideraba el mainstream.
Beyoncé pudo responder positivamente a esta industria pop, donde las mega producciones escénicas y este género musical eran lo más consumido del momento. Poder ubicarse entre los grandes éxitos siendo mujer y afrodescendiente puede deberse a su innegable talento y tenacidad. La estabilidad que encontró aquí, no la detuvo de dar años más tarde un mensaje contundente sobre el feminismo, el racismo y muchas otras temáticas que supo cómo denunciar a través de su música.
Para su cuarto trabajo discográfico, Beyoncé comenzó a representarse a ella misma con el objetivo de cortar la dependencia con su padre, quien venía siendo su mánager desde los comienzos de su carrera. Este gran cambio en su carrera lo cuenta en un documental de 2013 dirigido por ella misma, titulado Life Is But a Dream, el primero de muchos trabajos filmográficos liderados por ella. Aquí cuenta que su más grande sueño era ser dueña de su propia producción y su propia empresa.
Su trabajo es impresionante: produce, escribe y hace música y arte. Ella construyó su propia imagen y es dueña de todo lo que su imagen es. Son detalles alucinantes, porque es una de las primeras mujeres en depender de sí misma sin un grupo de personas aconsejando cómo debe ser para poder ubicarse en la industria de una manera exitosa. Es esta independencia la que le permite a Beyoncé dar un mensaje tan positivo para todas las mujeres: su historia se basa en el trabajo y la dedicación.
Premios Grammy 2021
Este año, Beyoncé ganó su Grammy número 28 con Black Parade, una canción que forma parte de su último trabajo discográfico. Este tema alienta a la comunidad negra de Estados Unidos a unirse en lucha. Siendo 2020 un año tumultuoso para el racismo de Estados Unidos a raíz de el asesinato de George Floyd, Beyoncé exclama en su letra: «Que seamos negros, tal vez esa es la razón de por qué ellos están siempre tan enojados».
Es una canción que musicalmente tiene referencias a la música afro: es un afrobeat mezclado con trap, lo líder del pop en la actualidad. La letra contiene nombre de ancestros, dioses africanos y referentes de la lucha antirracista estadounidense. Es muy creativa la manera en que logra dar un mensaje contundente que puede entrar en los oídos de las personas mas racistas, porque contiene ese trap pegadizo que tanto gusta en la música hoy.
Black Parade no es la primera vez que Beyoncé se involucra activamente con discursos en defensa de derechos y cuestiones sociales. Unos años antes, ya habíamos escuchado Formation, Flawless y Run the World, canciones distintas entre sí desde lo musical pero con la misma fuerza y discurso: el feminismo y la reivindicación de la mujer.
Run the world contiene tintes de música de banda de ejército, un beat fuerte que llena de fuerza y empoderamiento con el estribillo. Además, está acompañado en su video de una demostración de la fuerza que tienen las mujeres cuando se unen.

Por su lado, Flawless tal vez sea la canción de Beyoncé con la que con más claridad ella se define como feminista. Es una canción de rap, tiene ese beat característico y a ella rapeando con soberbia todo lo que es y tiene. Tal como todos los raperos de la época hacen. Tiene frases icónicas como «I took some time to live my life, but don’t think I’m just his little wife. Don’t get it twisted» («Me tomé un tiempo para vivir mi vida, pero no creas que solamente soy su pequeña esposa. No te confundas»), frase que hace referencia a su matrimonio con Jay-Z, al año que se tomó de descanso para viajar y a su vida como madre. Declara que todo eso fue su decisión y que pudo hacerlo con sus propios medios.
Sin embargo, la parte más interesante de todo el tema es la intervención de Chimamanda Ngozi Adichie, en la que podemos escuchar un extracto de su charla TEDx Todos deberíamos ser feministas: «(…) Les decimos a las niñas: podés tener una ambición, pero que no sea tan grande. Deberías tener como objetivo ser exitosa pero no demasiado exitosa. Si no, estarías amenazando a los hombres. […] Feminista: persona que cree en la igualdad social, política y económica entre los sexos». Con esta declaración, Beyoncé logra ubicar a la palabra «feminista» en el mainstream de nuevo, definiéndose a sí misma como tal y dando un mensaje claro sobre el feminismo con una fuerza singular en 2014.
Beyoncé como una referente
No es el sueño de toda persona ocupar un espacio en la historia como el de Beyoncé con tal ambición. Pero la importancia de que exista una figura como Beyoncé en el mainsteam radica en la diversidad, en saber que cada une puede elegir qué quiere hacer con su vida libremente (si el contexto lo permite).
Una figura como Beyoncé nos demuestra que es posible para las mujeres y disidencias llegar a un nivel de reconocimiento e influencia muy grande. Es una referente que, desde su espacio de poder, puede y desea dar un mensaje tan positivo y motivacional para las nuevas generaciones y las que la siguen desde que empezó su carrera.
Fuentes:
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