El Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal decidió por unanimidad remover de su cargo al fiscal Julio César Castro por mal desempeño y por no haber obrado con buena conducta. En la decisión se acreditaron «numerosos hechos de suma gravedad» cometidos por el fiscal que se repitieron a lo largo del tiempo y que mostraron un ensañamiento hacia las mujeres.
A Castro se le imputan cargos por actos de acoso sexual y laboral y de maltrato en general. Los actos de acoso sexual estuvieron dirigidos a distintas mujeres que se desempeñaron como dependientes en fiscalías que estuvieron a su cargo o que trabajaron en otras dependencias del Ministerio Público Fiscal y del Poder Judicial. También se lo acusa de cometer hechos de maltrato laboral contra empleados y funcionarios que prestaron servicio bajo sus órdenes. Por su parte, las similitudes de los relatos de las víctimas, que no se conocían entre sí, brindaron verosimilitud a los testimonios.

En el expediente, unas seis mujeres declararon haber sufrido acoso sexual, situaciones que oscilan entre comentarios e invitaciones a salir, dentro y fuera del ámbito laboral. Es por ello que en la acusación que habían realizado los fiscales Federico Reynares Solari e Indiana Garzón se había solicitado la remoción del ahora ex titular de la Fiscalía General Nº13 ante los Tribunales Orales Criminales y Correccionales.
El tribunal que dio a conocer el veredicto estuvo conformado por Adriana Donato, en representación del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, César Grau, por el Senado de la Nación, Juan Carlos Paulucci y Alejandra Obregón, por el Ministerio Público Fiscal, Francisco Panero, en representación de la Federación Argentina de Colegios de Abogados, Laura Giosa, del Consejo Interuniversitario Nacional y Héctor Recalde, representante del Poder Ejecutivo Nacional.
Un machista siempre tiene antecedentes
Además de las denuncias en el ámbito laboral, los fiscales recordaron también un episodio de «contacto inadecuado» que tuvo Castro hacia una joven menor de edad a través de Twitter y la condena penal del 2019 que pesa sobre el fiscal, que se encuentra en etapa de revisión en la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.
Dos años atrás fue considerado culpable frente a los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterado en dos oportunidades con lesiones leves, en perjuicio de su ex pareja, en contexto de violencia de género. Si bien fue condenado a 6 años y seis meses de prisión, no se hicieron efectivos por no existir una condena firme debido a las instancias de apelación. Además, por estar gozando de una licencia por razones psiquiátricas, el fiscal no fue suspendido en sus funciones, lo que implica que continuó cobrando su sueldo hasta mayo de este año.

Los violentos no son casos aislados
Si bien en los últimos años se han dado avances en cuanto a los derechos de las mujeres y se han creado nuevas normas, como la obligatoriedad de la capacitación en ley Micaela, no son suficientes; hombres violentos con denuncias por abuso y acoso siguen siendo los encargados de tomar las denuncias y llevar a delante los procesos de las mujeres violentadas.
Otro ejemplo es el del juez Pedro Fragueiro en Misiones, provincia en la cual su gobernador, Oscar Herrera Ahuad, no aceptó la renuncia presentada por el magistrado luego de recibir cinco denuncias por abuso sexual realizadas ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá y ante el Juzgado de Instrucción Tres de Posadas. Al recibir las notificaciones, desde el Colegio de Abogados presentaron un pedido de jury hacia Fragueiro ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ), lo que condujo a su suspensión por 15 días mientras se realizaba un sumario administrativo.
Las acusaciones fueron efectuadas por mujeres que compartieron espacios de trabajo junto a Fragueiro. La primera fue por un hecho sucedido en 2017 cuando el juez era encargado de esa área en la Unión de Rugby de Misiones. La segunda fue realizada por una mujer que trabajaba en su juzgado por un abuso sucedido en febrero de este año. La tercera por una denunciante que tenía un trámite en su juzgado, quien dice haber sido acosada en las entrevistas. Las otras dos restantes las realizaron dos empleadas del Juzgado Civil y Comercial N° 2 de Oberá y de Posadas.
¿Puede un varón denunciado y condenado por delitos sexuales estar a cargo de la Unidad Fiscal especializada en Delitos Sexuales? Hasta hace unos días la respuesta era sí. Castro y Fragueiro son solo algunos de los tantos hombres que aun con denuncias previas forman parte de la justicia patriarcal. A la hora de elegir a los representantes de la ley se debe tener en cuenta que la violencia sexual en el ámbito extraoficial constituye mal desempeño. Del mismo modo, es necesario remarcar que la violencia y el acoso son una amenaza para la igualdad de oportunidades laborales.
Fuentes:
Imagen de portada: Claudia Conteris para Fiscales
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