Ahora que sí nos ven, queremos una banca

Artículo colaboración por Micaela Minelli


Nadie puede negar el lugar que ocupan los movimientos de mujeres y disidencias en el panorama político actual: la revolución de las hijas y las pioneras de siempre que marcan el camino están en acción, movilizadas, organizadas. Pero ¿hubo un reflejo de este indudable actor político en el cierre de listas para las elecciones de este año?

El movimiento feminista ha ido conquistando diferentes espacios en los últimos años con las movilizaciones de #NiUnaMenos, los paros de mujeres, las plazas por Belén, la libertad de Higui, la sororidad al acompañar las denuncias, las vigilias por la legalización del aborto, seguro y gratuito, la media sanción, los pañuelos en las mochilas, los debates en las agrupaciones. Las feministas ya están en todas partes: los sindicatos, las escuelas y universidades, las redes, la música, las canchas, en tu familia y, ahora, como candidatas en las listas electorales

Ningún otro movimiento político tan diverso y plurinacional demostró esta gran capacidad de convocatoria y organización en los últimos años. ¿Cómo no va a estar representado en las candidaturas? «Llegamos para quedarnos», anuncia la campaña de la líder estudiantil Ofelia Fernández en sus redes sociales, quien ha tenido que soportar reproches de quienes se sienten ofendidos con su candidatura y cuestionan sus capacidades para involucrarse en la política partidaria, como si existieran requisitos estipulados para hacerlo. «Muy joven para ser legisladora pero no para ir a la guerra», tuiteó con indignación un veterano de Malvinas enviado a combate a los 18 años.

No es sencillo hacerse lugar en los espacios históricamente asociados a lo masculino, como lo es el ámbito público. La representación de los feminismos en la política partidaria genera adhesiones y alegrías para muches, pero también resistencias de los sectores conservadores y reticentes a las conquistas de derechos de las mujeres y las disidencias. 

Muchas veces, dentro de los mismos espacios políticos les cuesta a los varones «ceder» los lugares de representación, como si les pertenecieran por naturaleza. «Dentro del partido no había diferencia entre los viejos dirigentes y los recién llegados: no querían mujeres en las listas que pudieran quitarles “su” lugar», cuenta Norma Allegrone, una de las impulsoras de la ley de cupo, en una nota para LATFEM. 

A la hora de pensar en nombres propios para las bancas aparece la idea de que «no hay» tantas mujeres como hombres para ocupar esos espacios. «La perspectiva de género y la igualdad siguen costando porque quienes están a cargo del cierre de listas en casi todos los partidos políticos, los que tienen la lapicera, siguen siendo en mayor parte varones», sostiene Carolina Minelli, politóloga.

Correte que no entro

En 1983, sólo el 4,3% de les representantes en el Congreso de la Nación eran mujeres. Hoy tenemos una ley de cupo, sancionada en 1991, que no fue suficiente porque se utilizó como techo cuando pretendía ser un piso, por lo cual se tuvo que reforzar con la ley de paridad votada en el año 2017 en pos de garantizar un cincuenta-cincuenta en el reparto de bancas.

¿Por qué son necesarias leyes que garanticen mujeres en los ámbitos políticos cuando sobran referentas con trayectoria? «¿No se les ocurre pensar que hay compañeras que tienen que ocupar esos lugares, no por la ley de paridad sino porque representan a la mitad de la población?», se preguntó la periodista Florencia Alcaráz e inició un debate sobre la invisibilización del trabajo de muchas que hace años llevan adelante espacios de militancia en los barrios, las universidades y distintas agrupaciones en todo el país.

Abrir la jugada es incorporar voces que cuentan otras realidades, para las cuales es necesario el impulso de políticas públicas que reflejen las particularidades de cada sector.

Ivana Gutierrez forma parte del frente de travestis y trans de la organización Conurbanos por la Diversidad y es precandidata por el Frente TODXS – Morón. Para ella, «poder ocupar un espacio en la lista indica tener la responsabilidad de hablar por nosotras, cuál es nuestra realidad: hubo un retroceso en materia de derechos humanos para el colectivo travesti-trans que también recibe ajuste, represión y opresión de parte del gobierno neoliberal».

Previo al cierre de listas, el hashtag #FeministasEnLasListas se impuso como tendencia en las redes sociales. Son las primeras elecciones durante las cuales sucede un reclamo tan específico de un sector importante de la población, lo que marca un momento histórico donde la demanda social de voces diversas con esta perspectiva incorporada exige lugares en los espacios de representación institucional oficial.


Fuentes:

El periodismo que deseamos

Este 7 de junio, Día del Periodista, queremos ser fieles a nuestro estilo y saludar a todxs lxs laburantes de esta ardua y querida profesión. Para ello, queremos destacar algunas voces que son de puro aprendizaje para nosotrxs, como medio y como profesionales de la comunicación.

Hemos descubierto hace ya algunos años que las mujeres somos gestantes de movimientos, de nuevos parámetros, de nuevas luchas. Hacemos nacer los frutos de lo que fuimos construyendo con esfuerzo porque en los medios (como en otras profesiones) la predominancia de puestos es masculina, factor que nos reduce el empleo y, además, mantiene una lógica que nosotrxs no aceptamos.

Sin denostar a compañeros que acompañan, que bancan y que apoyan, hoy nos interesa resaltar el rol de algunas periodistas que, además de ser referentes, son el ejemplo de que en este terreno nada se consigue con sentarse a esperar.

Al comenzar a estudiar Periodismo, un profesor nos dijo: “Chicxs, si quieren plata u horario corrido, dejen la carrera ya”. Lo que dijo, en tono gracioso en ese momento, es la clave de la profesión, que muchas veces se ejerce en conjunto con otros quehaceres porque existe la precarización laboral diaria, porque hay que tener el dinero cada mes pero creemos en lo que hacemos, y si lo que hacemos no nos da de comer agregaremos actividades, pero nunca dejaremos de hacer periodismo.

Este medio nació al ver cómo se trataban los femicidios y los casos de violencia hacia la mujer, cómo se manipulaba la información al hablar de sexualidades disidentes, sin un marco con perspectiva de género. Los grandes medios exponían y exponen a las mujeres, a las víctimas, y siguen permitiendo que se corra el eje de los verdaderos culpables.

Nacimos después del Ni Una Menos. Con toda la potencia y el hambre de narrar los acontecimientos de una manera más justa, sin ocultar, sin mentir, poniendo en foco las lógicas machistas y patriarcales con las que debemos romper. No sólo desde los medios, sino como sociedad toda.

Esta semana queremos saludar a quienes hacen periodismo de una forma a la que adherimos. A esxs que dan batalla, que sostienen medios autogestivos, que llaman a las calles y ahí están junto a nosotrxs. Que no cobran fortunas ni son estrellas mediáticas, sino que son compañerxs reales, de carne y hueso, que ponen el cuerpo, la cabeza y la palabra para aportar esa fuerza que mueve el eje de la tierra.

Queremos saludar a Luciana Peker, por su periodismo que nos abre siempre nuevos conceptos sobre género y sexualidad, por luchar por el aborto legal, seguro y gratuito, y por dejar de lado preceptos moralistas. Por sus notas en Página 12, en Anfibia, y por su libro “Putita Golosa” que se planteó como el deseo irreverente de no cerrar nunca la boca.

A Julia Mengolini y toda su comunidad de FutuRock, porque no dejan de divertir, porque en cada palabra de Julia se nota una mina que banca y se la banca. Le hace frente a todos esos que no pueden soportar que una mujer de su tamaño les escupa en la cara, que un poco se les ríe y otro poco se pone seria para hacerles ver toda la porquería que cargan encima. Parece no haber parado nunca, y la seguimos, le agradecemos, la queremos.

A María Florencia Freijo, porque hoy está expuesta de forma más mediática y eso es exponer el feminismo, ayudar a que le llegue a más personas. Flor, que es politóloga pero oficia de periodista, y la tiene clarísima. Al tiempo que explica, arremete contra todo eso que está ahí a la vista de todxs, pero que muchxs no se atreven ni a pronunciar. Lo hace con gracia, con potencia, con mirada de compañera.

También, saludamos a Marta Dillon, por su precisión, por su historia y por ser contundente en cada nota, en cada entrevista; A María Florencia Alcaraz, por sus columnas de política y género, y por ser impulsora del Ni Una Menos; A Mariana Carabajal, por sus historias que narran eso que nos duele hasta los huesos, que nos convoca y nos unifica; a Angela Lerena, por representar desde un lugar al que aún hoy pocas mujeres llegan.

Saludamos a lxs compañerxs que hacen el periodismo en el cual creemos. A quienes escriben en La Vaca y llevan adelante cada firma de los colectivos por el aborto legal, seguro y gratuito; a lxs integrantes de Cosecha Roja; a todxs lxs que a fuerza de coraje y pulmón hacen La Garganta Poderosa y no paran de gritar; a todxs lxs que firman Sudestada y nos regalan notas y ediciones especiales de revistas que son un tesoro; a lxs Anfibia, por no dejar de sorprender en cada edición, por la profundidad en el tratamiento de cada tema y por poner voz a eso que no aparece en otros medios.

Saludamos a todos y todas  en su día, a periodistas radiales, televisivos, comunicadores en espacios alternativos. Quienes cuidan la palabra y la hacen colectiva. Como medio, pero también como individuos, nos nutrimos de cada uno de estos espacios, nos asociamos, nos acoplamos. Intentamos construir un mundo mejor.

Estamos por todas partes: en las calles, en las redacciones, en los espacios remotos detrás de las computadoras armando redes para sostenernos y acompañarnos. En cada canal, en cada radio, educándonos, revisándonos, analizando cada relación de poder desigual, llamándonos a la acción.

A todxs ellxs les decimos ¡feliz día! con los puños en alto.