¡Alerta! Fuego (también) en Misiones

Si creíamos que había sido suficiente con las 11 provincias incendiadas en este año, ahora hay que sumarle Misiones, uno de los lugares en donde más difíciles es pensar que el fuego empezó solo. Este año fue uno de los más secos y calurosos, por lo tanto, la sequía está presente en varias locaciones de nuestro país, pero eso no nos hace creer que el fuego no sea intencional.

Áreas que fueron focos de incendio en la provincia de Misiones.


Esta provincia del norte de Argentina tiene más de 50 focos de incendio y lleva más de 500 hectáreas quemadas. Se informó que comenzó en la Reserva de la biósfera Yaboty, un área natural que está protegida y en la que hay otras áreas naturales también protegidas como el Parque Nacionales Esmeralda, Moconá y la Reserva Natural Guaraní, entre otras. Son alrededor de 253 000 hectáreas, donde se alberga el 15% de lo que se conoce como Selva Misionera.

Pero, como siempre, sin cuidado y sin leyes que penalicen a las personas que crean estos incendios, el fuego se extendió y empezó a llegar a diferentes partes de Misiones. La provincia es una de las cuales más difícilmente podrían sufrir un incendio por su alto nivel de humedad, pero no ayudó la poca frecuencia de lluvias que tuvimos este año. Esto no quita que el fuego no haya sido creado por alguna persona.

La Selva Misionera es uno de los lugares más amenazados a nivel mundial. Por las grandes deforestaciones sufridas, el suelo se transformó en tierra para el cultivo de té y yerba mate y para ganadería. Debido a estos destrozos, se generan grandes inundaciones que no pueden ser absorbidas por un suelo donde falta vegetación. Parece que se repite la historia, ¿no? Actualmente, esta selva ocupa el 35% del territorio de Misiones, cuando a mediados del siglo XIX cubría la totalidad de la provincia. Recordemos que estas biodiversidades son la cuna de un montón de especies de flora y fauna, entre ellas, las que están en peligro de extinción.

Aunque Misiones cuenta con tres leyes que protegen y controlan las áreas naturales como la ley de áreas naturales Nº 2932/94, la ley de bosques Nº 854 y la ley de bosques protegidos Nº 3426, parecen no terminar de hacerse valer e impedir de alguna forma, aunque sea a través de penalización monetaria, que las personas provoquen estos fuegos. Además de todas esas leyes, se sancionó una ley provincial XVI- Nº 105 donde categorizan al bosque nativo para su conservación y protección. Este mismo año, se emitió la resolución Nº 293 que prohíbe toda quema en la provincia, salvo que haya autorización.

Se estima que en Misiones quedan un millón de hectáreas de bosque nativo. Pero que estas grandes porciones de tierras están en manos de empresas como Papel Misionero (Arcor), Arauco Argentina. Pero supuestamente estas compañías no pueden deforestar ni un árbol sin la autorización del Ministerio de Ecología, a cargo por Mario Vialey.

Ambientalistas y organizaciones están trabajando en un proyecto de ley que podría funcionar con el fin del fuego en la provincia. Su crítica está en la resolución Nº 293 por no ser eficiente, ya que al fin de la cuenta, terminan permitiendo la existencia de la posibilidad del uso del fuego. Reclaman la falta de un sistema de bombeo y mangueras en las zonas de parques nacionales y arroyos, como una ayuda a este problema. De igual forma, exigen a los intendentes a que se responsabilicen y se eduquen en el plan del manejo del fuego.

¿Quiénes viven en estos lugares?

Son varias las comunidades que viven en estas hectáreas, entre ellos, en la Reserva de la biósfera Yaboty vive la comunidad Mbya Guaraní y en Santa Ana, uno de los municipios de Misiones, los Ka’a Kupe, entre otras comunidades. Elles permanecen a solo unos pocos kilómetros del fuego, pero las municipalidades no muestran compasión ni un poco de ayuda.

Pocos días atrás de los 50 focos de fuego, la comunidad Ka’a Kupe sufrió ataques de talas de árboles nativos en su territorio. En los meses de septiembre y octubre, en la Reserva Biósfera de Yabotí habían maquinas desmontando, hasta en las áreas que le pertenecen a la comunidad Mbya. Estas personas sufren y atentan contra sus derechos constantemente.

A principios de 2020, la ONG Greenpeace se mostró a favor de la denuncia de los Ka´a Kupe en la denuncia a la empresa CARBA S.A que habían estado autorizados por el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables en deforestar la zona de Campo Grande, Misiones. Las comunidades acusan al gobierno del ausentismo frente al fuego que perjudicó la fauna y flora.

«Por ahora no tenemos ninguna respuesta del gobierno provincial y el fuego, el incendio sigue avanzando, sigue viniendo hacia la comunidad. Estamos preocupadísimos. Es muy triste para nosotros porque no solamente nos afecta a nosotros sino a los animales, las plantas y eso nos duele mucho».

Cacique Sabino Benítez.
Une de les habitantes de la comunidad al lado de un árbol legendario talado.


Por su parte, el gobierno nacional publicó en el mes de octubre el objetivo de aumentar la producción de cereales y oleaginosas modificadas genéticamente, buscando llegar para antes del 2030 a cosechar 200 millones de toneladas. Lo que llevaría a que se deforeste muchísimo más y se creen monocultivos de alimentos (no naturales ni saludables) en zonas que nada tienen que ver. Esto hace priorizar el dinero en los bolsillos de unos pocos y aumentar las problemáticas en el ambiente y en la salud de les habitantes.

El daño ambiental es irreversible. Hay personas que sigue aportando su granito de arena, como les vecines y les bomberes voluntaries que en todas las provincias les vimos más presentes que el mismo Estado. Sin embargo, quienes producen estos ecocidios no les importa lo que pensemos o hagamos nosotres, por lo tanto, no es momento de quedarnos callades o en el lamento, es hora de actuar.


Fuentes:


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El plan del manejo del fuego que hace aguas

Los focos de incendios pasaron, llovió, volvió un poco de humedad a la provincia de Córdoba y les habitantes serranos ya pueden estar en pazHasta que el ciclo vuelva a empezar: el incendio enorme que se extiende por todas las sierras, el miedo en las redes, las donaciones de la capital a los pueblos incendiados, el reclamo por el sueldo de los bomberos, la desesperación, el pedido por la lluvia, la lluvia y la calma. 

¿Dónde hacemos el corte? ¿Cuándo se acaba este ciclo? ¿Hace cuánto venimos soportando la destrucción de nuestro bosque nativo, nuestra salud y economía? ¿Quiénes son les responsables de estos actos tan aberrantes? ¿Qué podemos hacer nosotres?

HACE CUÁNTO PASAN

Unas de las explicaciones que se les dan a los masivos incendios de Córdoba son las condiciones climáticas de la provincia. Se habla de que este año fue el más seco en cuanto a precipitaciones de los últimos 65 años. 

Es una realidad empírica el hecho de que las zonas áridas de la provincia son las que se incendian. Sin embargo, estos incendios no sucederían si la mano del hombre no hubiera intervenido nunca pues «la práctica de quema de campos con fines ganaderos es históricamente la práctica de uso del fuego más antigua en Córdoba, que data desde “la Conquista” hasta fines siglo XIX.  (Se hace) uso del fuego para “limpiar” los campos, favoreciendo un incremento del proceso de erosión y especies pirófilas como la palma» (Kopta, 2005). 

UN PLAN DUDOSO

Las magnitudes de los incendios son de antaño; por ejemplo, en 1988 se quemaron unas 300 000 hectáreas. Podemos afirmar que para ese año la preocupación por los incendios era nula pues no existían políticas relacionadas con el control y la prevención del fuego. Recién en 1999 se crea la ley 8571 titulada ley para el manejo del fuego.

Esta buscaba prevenir y luchar contra los incendios. Esta ley reconoce el carácter intencional de los incendios. En su artículo 4, dicta:

«Queda prohibido el uso del fuego en el ámbito rural y/o forestal, salvo en aquellos casos en que se cuente con autorización emanada de la Autoridad de Aplicación, según artículo 3, inciso d, y en las condiciones que se establecen en la presente Ley y su reglamentación. El uso del fuego en violación a esta norma dará lugar a las sanciones previstas en el Art. 19». 

Más tarde, en 2003, se sanciona la ley provincial 9147 que modifica la antes mencionada, agregando la creación de un «Fondo del fuego»: un impuesto que se empieza a cobrar desde 2004 hasta 2017 a través de las facturas de la luz (EPEC), el cual permitió la creación de un importante presupuesto para los bomberos voluntarios y todos los recursos necesarios para el combate del fuego. 

Sin embargo, es importante señalar que el uso del fuego para el desmonte está contemplado por la ley con la condición de que, previo a la quema del campo, la Agencia de Córdoba Ambiente pueda evaluar las condiciones y consecuencias que el incendio pudiera provocar. Esto está dictaminado por la ley de bosques nativos (ley provincial 9219). 

Por otro lado, la ley 26.815 en su artículo 22 titulado «Recomposición y reparación» establece que: «El responsable del daño ambiental que produzca un incendio tendrá la obligación de recomponer y adoptar las medidas de reparación que, en cada caso, resulten necesarias para la recuperación de las áreas incendiadas en los términos de los artículos 27 y 28 de la ley 25.675, ley general del ambiente».

Entonces, ¿quiénes son les responsables? ¿Se hicieron cargo de sus daños al ambiente? Hay muy poca información en cuanto a estas preguntas. Lo que sí sabemos es que el fuego es el método más barato y fácil para deforestar. Es por eso que en aquellos campos que se quemaron en décadas anteriores ahora hay mares de soja, números inconmensurables de cabezas de ganado y vaya a saber cuántas edificaciones.

¿ES CULTURAL?

La intervención cultural del plan de manejo del fuego fue una constante durante años en la provincia de Córdoba. Incluso hubo publicidades y una miniserie que tuvo como protagonista a «Bombi», un zorro bombero que buscaba concientizar a les niñes en las escuelas. Se insiste desde el gobierno en una educación basada en el cuidado del ambiente, promoviendo el 18 de agosto como Día para la Concientización sobre los Incendios Forestales. Se comunican las consecuencias de los incendios y cómo prevenirlos, a dónde acudir en caso de ver un incendio, se pone énfasis en no hacer fogones en el campo y en no tirar basura riesgosa (como vidrios o colillas de cigarrillo). 

Se sabe que el ser humano es el principal culpable de los incendios. Se insiste en la accidentalidad pero este año, en el que no se puede ir a las sierras por turismo, no cabe posibilidad alguna de que un asado mal apagado incendiara todas las sierras. Entonces, ¿qué pasó este 2020?

LO QUE FUE DE ESTE AÑO

El primer registro de los incendios de este año es del 9 de agosto. Desde ese día hasta el 20 de octubre se estima que el fuego arrasó con 300 000 hectáreas. Tantas como en 1988. 

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El fuego arrasó en localidades de Valle de Punilla, Sierras Chicas, Isichilín, Colón, Río Cuarto, Cruz del Eje, San Javier y Río Seco. Las zonas de siempre. Pero hay una que llama mucho la atención por su locación: las cercanías de la ruta Córdoba-Carlos Paz. 

En todo este contexto, poco se sabía del gobernador Schiaretti, quien recién el 22 de septiembre compartió un hilo de Twitter pidiendo la colaboración a les habitantes de los pueblos afectados. 

Mientras tanto, la sociedad se movilizaba por cuenta propia: marchas, donaciones, denuncias en las redes, recolección de firmas y hasta una denuncia al gobernador por parte de la Fundación para la Defensa del Ambiente. 

Responsables

Poco registro histórico hay sobre las zonas afectadas por los incendios, los culpables, las estadísticas o el trabajo de recuperación de los suelos. Este año fue el más devastador después de 2009 y es necesario que las formas en que se previenen los incendios tengan un foco real. ¿Son les niñes quienes incendian? ¿Este año fue algún irresponsable que no apagó sus brasas?

Este año el culpable es otro, muchos otros que lucran a costa del bosque nativo. ¿Hasta cuándo vamos a permitir la impunidad de los verdaderos culpables que se amparan bajo los huecos de la ley? ¿Cuándo tendremos un gobierno que se interese realmente en dar solución a esta problemática y que no haga aguas con su discurso?


Fuentes:

  • Kopta, F. (2005), Manejo rural sin fuego, Córdoba, Argentina.
  • Argentina Gob: x, x

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