Dormir es un sueño y amarlo también.
Es el acto de envolverse en un espacio suave, terso y caliente.
Envolverse y dejar de ser. «Dormir el dolor».
Quedarse cubierto, cubierta, cubierte por finas sábanas blancas. No ver.
Dormir es un sueño. Amarlo también.
Recostado, recostada, recostade, sin sábanas blancas,
me pregunto por qué. Cómo. Cuándo fue.
Quiero romper la crisálida. Ver el vuelo. Ser el vuelo. Militar el vuelo.
Pero en el vuelo también se quiebra algo. Duelen las alas, a veces, de aletear tanto.
Y, entonces, dormir es un sueño.
Amarlo, también.