Natacha Jaitt: otra vez, la «mala víctima»

Tras darse a conocer la noticia de que Natacha Jaitt había sido encontrada muerta, la repercusiones no se hicieron esperar. Un sector de la sociedad reclama para que el caso se esclarezca, otro sector acusa al feminismo de haberle dado la espalda cuando Natacha necesitó apoyo y, por su parte, los medios se hacen eco del morbo con un tratamiento repudiable de la noticia.

¿Qué hicimos por Natacha? ¿Cómo se la acompañó desde la difusión mediática y el apoyo feminista? ¿Cuántas Natachas hay esperando ser escuchadas y acompañadas? ¿Cuántas se callarán por temor a ser «malas víctimas»?

Pasaron tan solo seis días de la muerte de Natacha Jaitt. Las circunstancias de su muerte son poco claras y, aunque mintió en sus declaraciones, el único acusado, el productor Raúl Velaztiqui Duarte, ya está libre. Es decir, a seis de días de su muerte, las cosas siguen oscureciéndose.

El caso

Velaztiqui fue quien llamó al 911 para avisar que Jaitt se encontraba (en teoría) descompuesta en la cama de la suite de Villa La Ñata. Fue también quien recibió a los paramédicos junto a Gonzalo Rigoni, dueño del lugar.

Velaztiqui y Rigoni fueron citados a declarar. El primero fue cambiando su testimonio: al principio, dijo no haber visto el teléfono de la víctima pero luego las cámaras de seguridad lo registraron entrando a su camioneta mientras los paramédicos estaban en el lugar, para luego volver al salón. ¿Qué hacía en ese momento? Guardaba el celular de Jaitt, según dijo después, «para preservarlo». El fiscal Sebastián Fitipaldi no le creyó y ahora el teléfono está en manos de la justicia.

Velaztiqui fue detenido por falso testimonio y excarcelado el jueves 28. Fue incongruente en sus declaraciones, no pudo responder a lo que la justicia le preguntaba y las cámaras lo muestran en lugares que no coinciden con su relato. Sin embargo, el falso testimonio se considera un delito menor y él ya está libre.

Mientras se daba a conocer la noticia de la muerte, se empezaron a filtrar imágenes que dañaban una vez más a la víctima. El morbo televisado y viralizado en redes no se hizo esperar. ¿Cómo pudo pasar? Sencillo: un policía de comando de patrullas del Tigre que estuvo en la escena de la muerte ese día entró para tomar fotos que luego filtró y que terminaron viralizadas en todo el país.

A Natacha Jaitt no se la respetó mientras vivía y se la daña incluso después de haber muerto, a ella y a todo su círculo íntimo. Natacha era madre de dos hijos (Antonella, de 20 años, y Valentino, de 12 años), pero en el show televisivo eso no le interesaba a nadie.

¿Cuánto valía la palabra de Natacha?

Jaitt era modelo, actriz y una mujer que no tenía miedo de los medios, ni del poder ni de nadie.

El año pasado fue ella quien, sentada en la mesa de Mirtha Legrand, denunció la pedofilia en el fútbol nombrando a periodistas, políticos y otras personas. Sin embargo, sus dichos dejaron de hacer ruido al poco tiempo. Apenas algunas personas volvían a este tema.

Natacha nunca se calló nada y era difícil discutir sobre su palabra, ya que era una mujer que tenía información permanente y la decía sin tapujos. Sin embargo, su alto perfil, sus adicciones y su admisión de ejercer la prostitución era lo que muchxs necesitaban para no tomar en serio lo que decía o quitarle peso a situaciones graves.

En estos días no faltaron los usuarios de redes y los famosos o personajes de los medios que salieran a acusar al feminismo de haber dejado sola a Natacha. No solamente con al denuncia de pedofilia en el fútbol, sino también ante su presentación en la justicia y su declaración ante los medios de haber sido violada por dos amigos suyos, dos hombres en los que ella confiaba.

Es cierto que lo que ella declaró se supo en todos lados y sin embargo la respuesta no fue tan rápida como ha sucedido con otras mujeres o actrices. No supimos, o no pudimos, escucharla y accionar. Como colectivo, como sociedad, como compañerxs.

¿Y ahora qué? Y ahora, buscar justicia por esa mujer que vivió como eligió o como pudo y que, incluso después de su muerte, siguió siendo ninguneada, acusada y no respetada.

El medio El destape publicó información sobre una nueva denuncia que Natacha Jaitt estaba preparando. Ahora, se está investigando en relación a su muerte. Alejandro Cipolla, su abogado, declaró que él no creía que lo ocurrido fuera por denuncias anteriores, sino por cosas que quería denunciar actualmente. Además declaró que él «no podía asegurar que Velaztiqui no fuera parte de los servicios de inteligencia».

Todos los hechos que rodean al caso son confusos. La vida de Natacha parece haber sido muy intensa: su exposición mediática le aseguró muchas veces un espacio para hablar y, al mismo tiempo, pudo haber sido también una condena. En los últimos tiempos, se pudo ver a una mujer angustiada, quizás con miedo, no tan bien parada como otras veces.  Nada justifica haberla dejado sola.

Una vez más debemos recordar no correr el eje de la información, no quitarle gravedad a lo ocurrido y, sobre todo, no mirar para otro lado cuando la realidad y los hechos se vean oscuros. Las «malas víctimas» no existen. Se trata de un armado social, mediático, judicial e incluso político para evitar que salgan a la luz las miserias y las verdades ocultas.

Tratamiento mediático

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No resulta ser un dato menor el modo en que se comunicó la noticia en medios masivos ni las sucesivas actualizaciones de información que no dejaron de tener connotaciones negativas entre sus titulares: «Alterada, llorando y medicada», «Una mujer más odiada que amada», «Abandonada por ser prostituta».

Si bien aún no circula información exacta sobre qué ocurrió con Natacha Jaitt, lo cierto es que la opinión pública no tardó demasiado en hilar sentido para responsabilizar a la víctima por su trágico destino: «Estaba enfiestada, con hombres, drogada. Entonces se la buscó». Si eso no es patriarcado, ¿qué es? 

El respeto, tanto por la imagen de la difunta como por el recuerdo que de ella quieran conservar sus allegados y familiares, no es algo que se pueda negociar. El periodismo con perspectiva de género reclama que se comunique en base a información chequeada, con ética y sin la intencionalidad de insistir en la construcción de imaginarios morbosos.


Fuentes:

  • El Destape Web: x, x, x.

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La cantera del diablo

Un secreto a voces. La naturalización del abuso, el sacar provecho de la inocencia y la necesidad, el quedarse callado por miedo. El deporte finalmente abrió las puertas de una realidad que todos imaginaban pero nadie quería creer.

Pasaron casi ya tres semanas desde que la noticia salió a la luz: el Club Atlético Independiente denunció una red que prostituía a los jugadores de las inferiores que se alojaban en la pensión del club. Desde entonces, se han conocido nuevas denuncias de abusos en el mundo del deporte.

El caso Independiente

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La pensión del Club Atlético Independiente | Fuente: Ámbito Financiero

Todo comenzó cuando uno de los chicos que vivían en la pensión comentó lo que estaba pasando. El psicólogo de la institución alertó a las autoridades y casi de manera inmediata Fernando Berón (Coordinador de las Inferiores del Club) realizó la denuncia.

Desde entonces, la causa que está a cargo de la fiscal María Soledad Garibaldi, de la UFI N° 4 de Avellaneda, no ha hecho más que agrandarse y rodearse de escándalos.

Hasta ahora hay cinco detenidos, acusados de ser parte de una red que prostituía a los jugadores de las inferiores del club a cambio de regalos y dinero: Leonardo Cohen Arazi (relacionista público), Martín Bustos (árbitro), Silvio Fleyta (estudiante), Juan Manuel Diaz Vallone (organizador de torneos/representante de jugadores) y Alejandro Carlos Dal Cin (organizador de torneos).

Las víctimas confirmadas serían siete, pero la fiscal dio a conocer que podría haber otras diez. Algunos seguían en Independiente y otros ya estaban en otros clubes.

Esta red funcionaba a partir de la vulnerabilidad de las víctimas: chicos que vienen de distintas provincias del país, que no conocen a nadie y tienen la ilusión de pegarla en el fútbol. Esta red se encargaba de seducirlos con promesas económicas, con conseguirles botines, ropa e incluso pasajes para ir a visitar a sus familias.

En medio del caso, estalló un escándalo en la mesa de Mirtha Legrand. Fue cuando Natacha Jaitt, conocida por no guardarse nada, dio detalles sobre posibles involucrados en la causa. Habló de periodistas reconocidos y figuras del espectáculo.

Sin embargo, el Procurador General de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, durante una conferencia de prensa se encargó de aclarar que no figuran tales nombres en la causa. Aun así, Jaitt fue citada a declarar a la UFI N° 4 y se prevé que lo hará la semana próxima, tras reprogramar la declaración que debía realizar la semana pasada argumentando que la habían amenazado si hablaba.

Si bien aún no se sabe a ciencia cierta, la fiscal Garibaldi dijo que es posible que esta red exceda al club.

Los casos que se destaparon

Tras la denuncia realizada por Independiente, no tardaron en llegar denuncias de otros clubes. Así fue como desde la ONG Ayuda a Víctimas de Violación (AViVi) se denunciaron casos de abusos en el Club Atlético River Plate.

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Comunicado del Club Atlético River Plate | Fuente: Diario Clarín

La denuncia se realizó a raíz del testimonio de una médica que trabajó en el club y supo de ciertas situaciones fuera de lo habitual que ocurrían dentro de la institución. Entre las personas señaladas como victimarios se habla de quienes ingresaban al club y abusaban de los chicos y también de un médico.

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Gerardo Werthein, director del COA | Fuente: Prensa COA

También se dio a conocer que el Comité Olímpico Argentino, a través de su presidente Gerardo Werthein, presentó una denuncia contra un entrenador de la Selección Argentina de Gimnasia Artística por casos de abusos que habrían ocurrido en los años 90 y de los cuales se tomó conocimiento hace poco tiempo.

Durante una reunión de amigos, un exgimnasta se quebró y contó lo que le había sucedido. Tras ese relato, hubo varios exgimnastas que se sumaron y contaron diversas situaciones vividas con ese mismo entrenador.


Fuentes:
Infobae
Revista Anfibia
Perfil
Brown Online
Página 12
La Nación