El reporte muestra la información más relevante en materia de cambio climático. Destacó la necesidad urgente de una disminución fuerte y continuada de las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo de dióxido de carbono.
El cambio climático es irrefutable y la responsabilidad humana sobre él también. Eso concluyó el nuevo informe AR6 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Se trata del reporte correspondiente al Grupo de Trabajo I del IPCC que se ocupa de las bases físicas del cambio climático y el sistema climático. El mismo se presentó el lunes 9 de agosto y advirtió (otra vez) sobre los efectos de esta problemática y la necesidad urgente de actuar.

El reporte explica que los efectos del cambio climático ya se han hecho presentes y no hay región del planeta que se encuentre a salvo. Como vemos en la imagen, la concentración de dióxido de carbono (CO2) es la más alta en, al menos, 2 millones de años. El aumento del nivel del mar sucede en un ritmo más rápido del que se ha visto en 3 mil años. El área de hielo marino en el Ártico se encuentra en su nivel más bajo en al menos mil años y el retroceso de los glaciares que hoy vemos no tiene precedentes en al menos 2 mil años.
Los eventos climáticos extremos, como las fuertes precipitaciones en Alemania, los incendios masivos en Grecia y la letal ola de calor en Canadá, solo van a intensificarse a medida que pase el tiempo.
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La influencia humana está 100% relacionada con esto: les más de 230 científiques de 66 países que participaron del escrito pudieron comprobar que la alteración climática provocada por los seres humanos se ha agravado de tal manera que «la temperatura global continuará incrementándose hasta la mitad del siglo XXI» y que sobrepasaremos el objetivo del Acuerdo de París de contener ese recalentamiento en 1,5ºC o 2°C este siglo «a menos que se hagan profundas reducciones en la emisión de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) en las próximas décadas».
No todo está perdido
Por otro lado, el reporte del IPCC explica que algunos efectos del cambio climático son irreversibles. Ciertas consecuencias del calentamiento del planeta, como el aumento del nivel del mar, ya son permanentes y estarán con nosotres durante cientos de años. Sin embargo, el Grupo de Trabajo I hace hincapié que con acciones inmediatas, en pos de reducir la emisión de CO2 y otros GEI, otros efectos, como las olas de calor, las precipitaciones torrenciales y las sequías, pueden suavizarse y no resultar tan extremos.
Esto hace que la necesidad de actuar sea urgente. Rodrigo Rodriguez Tornquist, secretario de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, afirmó: «Tenemos una oportunidad pero es muy pequeña, yo creo que estamos hablando de meses para ponernos de acuerdo de aquí a Glasgow para poder lograr medios de implementación para poder llevar adelante los compromisos que asumimos los países y pocos años para llevarlos a la práctica».
Pero, ¿qué beneficios tiene mantenerse dentro de los 1,5°C, como estipula el Acuerdo de París? Según el World Resources Institute, con un aumento de 2°C, la cantidad de personas expuestas a olas de calor severas afecta hasta casi el 37% de la población, frente al 14% en un escenario de 1,5°C. Además, el impacto sobre los ecosistemas también aumenta a casi el doble: el daño a los ecosistemas y el permafrost y el rendimiento de los cultivos empeora. Esto pone en riesgo la seguridad hídrica y alimentaria. Y lo que es más, ciertos ecosistemas son muy frágiles frente a los aumentos en la temperatura porque no se pueden adaptar rápidamente a cambios tan bruscos, por ejemplo, los arrecifes de coral, que junto con otros ecosistemas marinos, contribuyen al 80% del oxígeno que respiramos.

Otra cuestión a tener en cuenta es lo que explica la científica climática argentina Inés Camilloni: «El cambio climático es un proceso. No es que un día de un año particular va a significar el cambio irreversible. Cuando se habla del objetivo necesario de estabilizar el aumento de la temperatura en 1,5°C, no significa alcanzar la cifra en un año en particular, sino en un promedio de 30 años continuados». Es decir, es necesario mantener la temperatura por debajo de 1,5°C por 30 años o hasta 2100 para evitar las consecuencias más graves del cambio climático.
Efectos en América Latina
¿Qué sucederá en esta región del planeta? El reporte AR6 detalla los eventos climáticos extremos que afectarán a Sudamérica, fruto del cambio climático. Afirma que la ocurrencia de estos acontecimientos será cada vez más frecuente y que se sufrirán más sequías y olas de calor. También advierte por la suba de la temperatura media en la zona de los Andes centrales y la Patagonia.
Otro de los efectos es el aumento del nivel del mar. Durante las últimas tres décadas, en el Atlántico Sur y el Atlántico norte subtropical el nivel del mar ha aumentado a un ritmo más alto. Es «extremadamente probable» que el aumento relativo del nivel del mar siga aumentando en los océanos alrededor de América Latina y Centroamérica, contribuyendo a la inundación de las costas.

A su vez, el informe propone 5 escenarios posibles a futuro. El primer escenario es el más positivo, solo aquí se cumple el objetivo del Acuerdo de París. El segundo considera que la temperatura media sobrepasará los 1,5°C (mapa del medio). Sin embargo, para mantenernos en estos valores se requiere acción inmediata. Y una novedad: ya no es suficiente con lograr la neutralidad de carbono, sino que también se necesita la captura de CO2 para evitar el calentamiento por encima de los 2°C.
Esto se logrará con la acción conjunta de la tecnología y la reforestación con especies autóctonas. Así, se vuelve una prioridad detener la deforestación de la Amazonia y del Gran Chaco de manera urgente. El resto de los escenarios proyecta un aumento de las temperaturas mucho mayor, llegando en el escenario 5 a sobrepasar los 4°C, con consecuencias catastróficas (mapa inferior).
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La publicación de este escrito se da en un momento clave: a pocos meses de la Conferencia de las Partes N°26 (COP26) en Glasgow, Escocia. Esta reunión entre los países miembro de las Naciones Unidas (ONU) debe ser el momento en que las naciones transformen sus palabras en acciones concretas, urgentes y ambiciosas. No podemos darnos el lujo de esperar otro año a una nueva COP. Debemos poner en marcha políticas públicas que apunten a reducir las emisiones de GEI hasta llegar a la neutralidad de carbono y, así, emprender el camino por la senda de un calentamiento de 1,5°C.
Los contundentes datos del reporte evidencian que cada medida que contribuya a disminuir la emisión de CO2 importa. Si logramos limitar el calentamiento por debajo de 1,5°C, aún sentiremos los efectos del cambio climático pero serán mucho menos graves que si no hacemos nada. Cada grado menos cuenta y cada acción más vale la pena.
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