#Reseña Promising Young Woman: la venganza contra la cultura del abuso

Esta película aparece como la receta perfecta que deberían seguir todos los filmes que traten temas de violencia de género. Ejemplifica a la perfección el peligro que conlleva el simple hecho de ser mujer, pero empodera al género femenino como pocos largometrajes lo han logrado. Es un grito de batalla electrizante en contra de la violencia y del abuso a la mujer.

Escrita y dirigida por Emerald Fennell, una de las dos mujeres nominadas en la categoría de mejor dirección en los Oscar, este thriller explosivo sigue la historia de Cassie (Carey Mulligan). Ella es una joven como cualquier otra, hasta que un suceso fatídico trunca su prometedor futuro y le marca un nuevo camino sembrado con mentiras, dobles identidades y sed de venganza.

Con un ritmo impresionante la historia comienza a desplegarse ante los ojos de le espectadore y no solo es un deleite visual de la mejor categoría -la cinematografía es impecable-, sino que la trama y los diálogos son excepcionales. Con maestría, la película muestra desde las microagresiones hasta los abusos directos que sufren las mujeres cotidianamente y no se saltea ninguno. Desde los «piropos» desubicados dichos en la calle, pasando por el descontrol de los abusos en los campus universitarios estadounidenses hasta situaciones sexuales no consentidas, escena tras escena la película expone estos hechos con una agudeza y precisión increíbles.

Carey Mulligan y Connie Britton.

Tal vez lo que hace a este thriller más efectivo todavía es que, a diferencia de otros, está enraizado en situaciones totalmente reales y este factor hace que la audiencia se sienta más interpelada y esté más comprometida con lo que está sucediendo. A fin de cuentas, a veces la realidad supera todas las ficciones.  

Otra fortaleza de la película es lo entretenida que es. Tiene acción constante y las actuaciones son impecables: Carey Mulligan atraviesa la pantalla en el rol protagónico. Además, la manera en cómo se incorpora la perspectiva de género en la cinta es excelente. Muchos otros films han intentado tener una agenda de género en el trasfondo de sus historias, sea porque buscan ser más comerciales o para hacer la película más relevante y, en varios casos, esto parece forzado y superfluo. En cambio, Promising Young Woman no deja rincón sin remover. Se apropia de la narrativa de género, la pone en primera plana y la muestra con orgullo. 

Carey Mulligan.

A pesar de esto, es imposible ignorar la naturaleza controversial de la película. Es inevitable que divida a las audiencias, no solo en términos de género, sino también en términos generacionales. Si bien es probable que una película de estas características sea más atractiva para una audiencia femenina, la realidad es que también le habla específicamente a la mujer moderna joven. Le habla a la generación que decidió no callar más y trata de hacer una diferencia. Este es el factor más empoderador de la película. La pantalla vocifera: esto es lo que sucede todos los días, pero ya nada va a volver a ser como antes, ya no va a haber más silencio.   

Bajo una paleta de colores pasteles, que simbolizan lo que debería ser una mujer según lo que dicta la sociedad (suave, paciente, linda e inocente), Fennell escribió a una heroína -o, mejor dicho, una antiheroína– que contrasta a la perfección con esta imagen de dulzura ingenua. Muestra a la mujer como un torbellino de energía, audacia y voluntad imparable. Y sí, también con una sed de venganza implacable. Es un thriller, después de todo. 


Y los nominados (hombres) son…

Dicen las malas lenguas que ganar un Óscar ya no significa nada y algo de verdad hay en esa afirmación. ¿Acaso no son dudosos los criterios de premiación? ¿No existe una extensa lista de cintas ignoradas por la Academia que hoy son consideradas películas de culto? ¿No se la acusa una y otra vez de ser políticamente correcta sin tener en cuenta que regalar una nominación a modo de compensación no sirve para acallar los reclamos por la falta de representación?

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The Post: la liberación individual como mito

Se acercan los premios más importantes a nivel mundial en materia audiovisual, y algunas de las películas nominadas empiezan a aparecer en las carteleras argentina. “The Post: los oscuros secretos del Pentágono” se estrenó el pasado jueves en nuestro país y está nominada en las ternas de “Mejor papel protagónico femenino” para Meryl Streep y “Mejor película”, la terna más deseada en los Oscar.

La película se basa en una historia real ocurrida en 1971, cuando los diarios publicaron piezas de información clasificada: los «Papeles del Pentágono». Eran documentos que recogían información secreta sobre la Guerra de Vietnam y la complicidad del gobierno estadounidense.

El diario Washington Post es el escenario de fondo donde transcurre la película. Presiones cruzadas, investigación periodística y muertes innecesarias de jóvenes estadounidenses tiñen el argumento de la cinta.

Sin embargo, de esto no se trata la película.

Steven Spielberg (si nos ahorramos los sentimentalismos y una vaga perspectiva política sobre algunos temas) va al hueso contra las banderas que orgullosamente esgrime su presidente actual: Donald Trump. La prensa libre (personificada en el personaje de Tom Hanks) y los derechos de la mujer (personificados en el personaje de Meryl Streep) son dos temáticas con las que le gusta polemizar al líder.

Son conocidas las denuncias por acoso que apuntan contra Trump y sus frases machistas con respecto al lugar, siempre dócil y relegado, de la mujer. También le ha declarado la guerra a las principales empresas mediáticas, quienes en las elecciones apoyaron abiertamente a la otra candidata: Hillary Clinton. Todo esto resultó en un gran rechazo desde la industria de Hollywood hacia el presidente.

Pero, entonces, si esos valores personificados en la figura de Donald Trump se rechazan, ¿qué aparece del otro lado? Ni más ni menos que el sueño americano.The Post” grafica a la perfección los valores que se utilizan para construir esa figura del “hombre estadounidense”. La libertad de expresión, el respeto mutuo y por las instituciones, y el compromiso moral de las empresas por resguardar a los ciudadanos.

En este escenario, ¿dónde entran los derechos de la mujer? Es claro que en ningún sitio. El modelo está diseñado para el hombre blanco y poderoso. Por esta razón es que la historia de Kay Graham (Streep) queda trunca.

Graham es la dueña del Washington Post, quien llega a este puesto por pura casualidad del destino: todos los hombres que estaban antes que ella habían muerto. El argumento de la película resume en cuatro escenas todo lo que necesita decir sobre este personaje y su condición de “mujer”:

  • Cuando le cuesta hablar en un ámbito en donde hay más de 25 hombres y ella.
  • Cuando un miembro de la junta directiva intenta pasarla por alto con el solo argumento de que no era bien visto que una mujer estuviera en un lugar de toma de decisiones.
  • Cuando habla con su hija de su juventud y la naturalización de que la mujer “no debía trabajar”.
  • Cuando logra tomar una decisión importante para el diario y le contesta al miembro de la junta que antes la había desautorizado.

Así pareciera que, para que una mujer llegue a un puesto de poder, es necesario «empoderarse» y tener una pizca de suerte. El argumento de “The Post” cierra los ojos ante los privilegios de clase, no problematiza al poder mirado como un campo masculino por excelencia y da a entender que la liberación de la mujer depende sólo de un empoderamiento individual, de cada una de las mujeres en cuestión.

Aquí es necesario echar por tierra el mito de la lucha individual, porque las “mujeres fuertes”, aunque sean fuertes, son mujeres al fin y esa condición las condena. Las diez personas más ricas del mundo son hombres, y el “techo de cristal” condena a puestos secundarios a las mujeres en todo el mundo.

No dar cuenta de esta situación en el argumento del film, dando a entender que esto se solucionaría con un “empoderamiento personal” revitaliza el mito falso y patriarcal de la “mujer fuerte”.

 

The Post: los oscuros secretos del Pentágono

Dirección: Steven Spielberg

Guión: Liz Hannah y Josh Singer

Música: John Williams

Fotografía: Janusz Kaminski

Protagonistas: Tom Hanks, Meryl Streep, Sarah Paulson, Bob Odenkirk, Tracy Letts, Bradley Whitford, Bruce Greenwood y Matthew Rhys

País: Estados Unidos

Año: 2017

Género: suspeso, drama, cine biográfico y cine histórico

Productora: Amblin Entertainment, DreamWorks, Amblin Partners, 20th Century Fox y Participant Media

Estreno en Argentina: 1 de febrero de 2017

Duración: 116 minutos


Fuentes:

https://elcomercio.pe/luces/cine/impreso-the-post-critica-noticia-494415

The Post: Los oscuros secretos del Pentágono – Crítica

Tú viniste a matar como Kill Bill

La actriz Uma Thurman decidió hablar sobre su experiencia con Harvey Weinstein y sorprendió a todos con sus declaraciones.

Durante la première de «The Parisian Woman» y tras las denuncias de acoso hacia Harvey Weinstein y Kevin Spacey, la actriz Uma Thurman dijo que sabía que, si hablaba desde su enojo por lo ocurrido, se arrepentiría. «He estado esperando a sentirme menos enfadada. Cuando esté preparada, diré lo que tenga que decir».

Fue durante la filmación de película «Pulp Fiction», traducida como «Tiempos violentos», en la que Thurman conoció a Harvey Weinstein. Él era el productor ejecutivo de la película y, según cuenta ella, solía pasar horas hablándole sobre nuevos proyectos, halagándola y validándola. «Eso quizá provocó que pasara por alto señales de alerta. Era mi defensor».

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Thurman como Mia Wallace en Tiempos Violentos.

El primer episodio con Weinstein sucedió en Londres. «Hizo todo tipo de cosas desagradables, pero en realidad no me obligó. Yo era como un animal que se escabullía, como una lagartija. Hacía todo lo posible para poner las cosas en orden. Mi orden. No el suyo”.

Luego, Weinstein le envió un ramo de flores a la casa en la que se estaba quedando y, más tarde, la llamó para reunirse en un bar donde Thurman cuenta que, tras confrontarlo, él amenazó con destruir su carrera.

“Soy una de las razones por las que alguna jovencita entró a su habitación sola, como yo lo hice. (…) Todas esas ovejas entraron en el matadero porque estaban convencidas de que nadie que pueda hacerte algo ilegal pueda llegar a un puesto tan alto. Eso es una mentira”.

Al  comenzar a considerar a Weinstein su enemigo, Thurman cuenta que su relación con Quentin Tarantino, quien estuvo detrás de Tiempos Violentos y Kill Bill, cambió. “Probablemente lo desestimó diciendo: ‘Ah, pobre Harvey, trata de tener chicas que no puede’, o algo así, ¿quién sabe?”, dijo tras contar que le había dicho a Tarantino lo sucedido con Weinstein.

Otra de las cosas que sorprendieron de esta entrevista fue la historia de un accidente que sufrió durante el rodaje de Kill Bill. Debía manejar un auto, pero luego de que uno de los productores le dijera que el auto no funcionaba tan bien, pidió que su doble realizara esa escena.

Tarantino fue a hablar con ella para convencerla. Le dijo que el auto estaba en perfectas condiciones y le dijo cómo debía manejarlo: «Conduce a 64 kilómetros por hora o tu cabello no se moverá como debe y haré que lo repitas».

Luego de 15 años, Thurman logró acceder a la grabación del accidente.

“Lo que de verdad me enojó del choque es que fue un golpe bajo. (…) La mayoría de las cosas que permití que me hicieran y en las que participé fueron una suerte de pelea en el lodo con un hermano muy enojado, pero por lo menos tenía algo de autoridad en esas decisiones».

Aplaudimos a Uma Thurman, porque no solo es una gran actriz, sino una gran mujer que supo dejar su enojo atrás para compartir un fuerte testimonio sobre su experiencia con los hombres poderosos de Hollywood.


Fuentes
This Is Why Uma Thurman Is Angry – NY Times
El País

 

 

 

Blackbird fly, into the light of the dark black night

El domingo 7 de enero se celebró la entrega de los Globos de Oro 2018 y, también, la iniciativa Time’s Up creada por las mujeres de Hollywood que decidieron no callarse más.

Hace no mucho conocimos la organización Time’s Up, creada por mujeres de Hollywood como respuesta a las denuncias de acosos y con la idea de ayudar a quienes no cuentan con una voz ni con los recursos para hacerle frente a sus abusadores. (Lee más sobre Time’s Up haciendo click acá)

El pasado domingo, tras una iniciativa de esta organización, Hollywood se vistió de negro en contra del abuso, los acosos y el machismo.

A lo largo de la alfombra roja, pudimos ver a muchas de las actrices acompañadas por activistas a quienes llevaron como sus invitadas de la noche.

 

Las activistas que acompañaron a las actrices de Hollywood fueron:

  • Sara Jayaraman (junto a Amy Poehler), cofundadora y codirectora de «Restaurant Opportunities Centers United», una ONG que busca mejorar los salarios y las condiciones laborales en los restaurantes de los Estados Unidos;
  • Marai Larasi (junto a Emma Watson), directora ejecutiva de Imkaan, una red de organizaciones británicas que combaten la violencia contra las mujeres de color y otras minorías;
  • Monica Ramirez (junto a Laura Dern), cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas;
  • Tamara Burke (junto a Michelle Williams), fundadora del movimiento #MeToo en 2007 y directora de la ONG «Girls for Gender Equity» («Niñas por la igualdad de género»);
  • Billie Jean King (junto a Emma Stone, quien la interpretó en la película Batalla de los sexos), campeona de tenis y activista por la equidad salarial;
  • Rosa Clemente (junto a Susan Sarandon), comentadora política y candidata a vicepresidenta en 2008 por el Partido Verde de Estados Unidos;
  • Ai-jen Poo (junto a Meryl Streep), directora de la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas.

Además, otras actrices decidieron caminar por la alfombra roja juntas, como Reese Witherspoon y Eva Longoria, America Ferrera y Natalie Portman, y Octavia Spencer y Jessica Chastain.

Una de las mujeres que alzó su voz durante la alfombra roja fue Debra Messing, quien al ser entrevistada por la cadena E! Entertainment contó por qué vestía de negro y denunció que la cadena E! no quiere pagarle a sus conductoras mujeres lo mismo que a sus colegas hombres, en mención a Catt Sadler, quien recientemente renunció a la conducción de E! News tras enterarse que su coconductor ganaba más que ella.

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Debra Messing en la alfombra roja de los Globos de Oro.

La campaña #WhyWeWearBlack («Por qué vestimos de negro») también se llevó a cabo en redes sociales, donde tanto las actrices como otras mujeres subieron imágenes y apoyaron el movimiento con la explicación de por qué decidían vestir de negro.

Durante la ceremonia, el conductor Seth Meyer bromeó diciendo que esa noche sería la primera vez en meses que muchos de los hombres presentes no sentirían miedo al oír sus nombres en voz alta, en referencia a la gran cantidad de denuncias a celebridades en este último tiempo.

Dos de las grandes series que llevaron a las pantallas el sentimiento de sororidad y denunciaron hechos aberrantes fueron grandes ganadoras.

The Handmaid’s Tale se llevó la estatuilla a Mejor Serie Dramática y Elizabeth Moss (su protagonista) ganó como Mejor Actriz de Serie Dramática. Al recibir el premio, lo dedicó a Margaret Atwood, escritora del libro que le dio vida a la serie. (Para leer más sobre The Handmaid’s Tale, hace clic acá).

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No vivimos en los espacios entre las historias, somos las historias impresas y estamos escribiendo las historias nosotras mismas”, dijo Elizabeth Moss en su discurso.

Asimismo, Big Little Lies se llevó el premio a Mejor Serie Limitada o Película para TV, y sumó las estatuillas de Mejor Actriz de Serie Limitada o Película para TV para Nicole Kidman y Mejor Actor de Serie Limitada o Película para TV para Alexander Skarsgård. (Para leer más sobre Big Little Lies, hacé clic acá).

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En su discurso, Kidman pidió que el diálogo se mantenga vivo.

Natalie Portman, una de las presentadoras de la noche, hizo lo suyo cuando presentó la categoría de Mejor Director. «Acá están todos los hombres nominados a Mejor Director», dijo, haciendo referencia a que no había ninguna mujer nominada en esa categoría este año. La única mujer en ganar esta categoría fue Barbra Streisand en 1984.

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Quien dio el discurso que dio más que hablar fue Oprah Winfrey, galardonada con el Cecil B DeMille Lifetime Achievement Award, un premio a la trayectoria.

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En su discurso, Oprah recordó la historia de Recy Taylor, una mujer negra que fue abusada y abandonada en una ruta por seis hombres blancos. Mencionó también a Rosa Parks, activista por los derechos de las mujeres de color, que ayudó a Taylor y fue conocida también por haberse negado a cederle el asiento a un hombre blanco, acto que la llevó a prisión.

Taylor falleció recientemente y sin poder lograr justicia por lo que le hicieron. «Por mucho tiempo, las mujeres no fueron escuchadas ni les creyeron cuando se animaron a hablar sobre el poder de ciertos hombres. Pero su tiempo se acabó», dijo Winfrey, quien fue ovacionada de pie.


Fuentes e imágenes:
TIME Magazine
Bollywood Life
The Guardian

Les queda poco tiempo

No más silencio. No más espera. No más tolerancia a la discriminación, el acoso o el abuso.

El tiempo se acabó.

La fundación «Time’s up» es una muestra de sororidad impulsada por más de 300 trabajadoras del cine, el teatro y la televisión estadounidenses que siguen sumando valor para denunciar los acosos psicológicos, físicos y económicos que viven en su trabajo, y que a su vez empoderaron a uno de los sectores más marginados, las mujeres del campo.

La Alianza Nacional de Campesinas, las mujeres del campo de Estados Unidos, fueron las encargadas de empoderarlas aún más a ellas, a las actrices hollywoodenses, quienes disponen del acceso necesario para difundir el mensaje y hacerlo llegar a más gente. Fue gracias a su carta y profundo mensaje que surgió «Time’s up».

Publicada originalmente el 10 de noviembre

«Queridas Hermanas,

Escribimos en nombre de las aproximadamente 700 000 mujeres que trabajan en los campos agrícolas y los galpones de empaque a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos. Durante las últimas semanas, hemos visto y escuchado con tristeza las noticias de las actrices, las modelos y los demás individuos que se han animado a denunciar la violencia de género que sufrían a manos de los jefes, los compañeros de trabajo y otras personas poderosas en la industria del entretenimiento. Desearíamos poder decir que nos asombra enterarnos de que esto es un problema tan dominante en su industria. Lamentablemente, no nos sorprendió, porque es una realidad que conocemos muy bien. Innumerables mujeres campesinas en todo el país sufren en silencio debido al hostigamiento y el acoso sexual generalizados que enfrentan en el trabajo.

No trabajamos bajo reflectores brillantes en un escenario ni en la pantalla grande.  Trabajamos en las sombras de la sociedad, en campos aislados y galpones de empaque fuera de la vista y fuera de la mente de la mayoría de la gente en este país.  Su trabajo alimenta las almas, llena corazones y difunde alegría.  Nuestro trabajo nutre a la nación con las frutas, las verduras y los demás cultivos que plantamos, recogemos y empacamos.

A pesar de que trabajamos en entornos muy diferentes, compartimos una experiencia común de ser presa de personas que tienen el poder para contratar, despedir, poner en la lista negra y amenazar nuestra seguridad económica, física y emocional.  Como ustedes, hay pocos puestos a nuestra disposición y denunciar cualquier tipo de daño o injusticia contra nosotras no parece ser una opción viable. Reclamar por cualquier cosa, incluso por acoso sexual, es impensable porque arriesgamos mucho, incluida la capacidad de alimentar a nuestras familias y preservar nuestra reputación.

Entendemos el dolor, la confusión, el aislamiento y la traición que ustedes deben sentir.  También llevamos a cuestas la vergüenza y el miedo que resultan de esta violencia, como un peso aplastante sobre nuestras espaldas. Pero, en lo más profundo de nuestros corazones, sabemos que no es culpa nuestra. Los únicos culpables son los individuos que deciden abusar de su poder para acosarnos, amenazarnos y hacernos daño, como lo han hecho con ustedes.

En estos momentos de desesperación, en que deben lidiar con el escrutinio y las críticas de extraños solo porque decidieron denunciar con valentía los hechos violentos que se han cometidos en su contra, por favor, sepan que no están solas.  Les creemos y estamos con ustedes.

En solidaridad,

Alianza Nacional de Campesinas

La Alianza Nacional de Campesinas es una organización conformada por trabajadoras y extrabajadoras agrícolas, junto con las mujeres que provienen de familias de trabajadores agrícolas.»

Texto original en inglés

Después de un 2017 con campañas fuertes como el #MeToo, el #NoesNo y diversas denuncias públicas, el 1 de enero de 2018 es la fecha de inauguración de esta organización que busca el cambio en la vida de las mujeres, tanto del ámbito del espectáculo como de todas partes.

Manifiesto de Time’s Up en español. Leé la versión original en inglés acá.

La difusión de esta organización fue realizada exclusivamente a través de las redes, donde actrices como Anne Hathaway, Reese Witherspoon, Jennifer Lawrence, Laura Dern, Emma Stone, Emma Watson, Amber Tamblyn y Dakota Johnson, entre muchas otras, se sumaron a la campaña publicando su apoyo a la causa.

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Los fondos que se recauden serán destinados a la defensa legal de quienes tienen empleos menos privilegiados. De esta manera, buscan proteger a víctimas con realidades laborales de mayor vulnerabilidad.

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Por otro lado, este domingo se realizarán los premios Golden Globe y una de las consignas entre las actrices y las productoras del espectáculo hollywoodense es ir vestidas de negro.

¿Será que esta vez, cuando alguien les haga una entrevista, en vez de preguntarles por sus vestidos, les preguntarán cuánto donaron a Time’s Up? O, ¿cómo se siente participar en una causa feminista? ¿Qué significa Time’s Up para ellas? O, simplemente, cualquier pregunta más interesante que ¿Quién hizo tu vestido?


Traducción de la carta de la Alianza Nacional de Campesinas: Rocio Sileo.

Fuentes:

Página oficial de Time’s up 

Instagram de Time’s up

Twitter de Time’s up 

Uno de los que rompieron el silencio

La revista Time eligió como personalidades del año a los Silence Breakers, quienes rompieron el silencio y denunciaron abusos durante este año. Muchas historias, algunas más conocidas que otras, que impactaron al mundo e impulsaron un gran movimiento donde las víctimas decidieron no callarse más.

Una de las personalidades elegidas, fue el exjugador de la NFL y actor Terry Crews. Muchos lo recordarán por la escena viral de la película «¿Dónde están las rubias?» que lo convirtió en un meme en estos últimos tiempos, y por su actual rol como el Sargento Terry Jeffords en «Brooklyn Nine-Nine».

Sin embargo, el motivo por el cual fue elegido una de las personalidades del año según Time poco tiene que ver con un reconocimiento por sus actuaciones.

En octubre de este año, y luego de que salieran a la luz las acusaciones en contra del reconocido director de cine Harvey Weinstein, Crews se animó a contar una situación que había vivido en 2016.

En una seguidilla de tweets publicados en su cuenta personal, Crews cuenta que mientras participaba con su esposa de una fiesta, un importante ejecutivo de Hollywood (a quien luego identificó como Adam Venit) se acercó a él y tomó sus genitales. Ante lo sucedido, Crews retrocedió y, en estado de shock, le preguntó qué estaba haciendo. Al mismo tiempo que su esposa miraba con asombro la situación, el victimario simplemente se rió, según cuenta Crews.

«Estuve a punto de patearle el trasero en ese instante. Pero pensé dos veces cómo se vería eso. Hombre negro de 240 libras golpea a jefe de Hollywood sería el titular al día siguiente, y yo seguramente no podría haberlo leído porque hubiese TERMINADO EN LA CÁRCEL«.

Crews cuenta que habló sobre lo sucedido con colegas del victimario, quien lo llamó al día siguiente para disculparse pero sin dar ninguna explicación de su accionar. Crews decidió no seguir adelante con todo el asunto ni denunciarlo, porque sabía que tenía influencias en el ambiente.

«Lo dejé pasar. Y entiendo por qué tantas mujeres a quienes les pasan cosas similares lo dejan pasar. ¿Quién te va a creer? (Unos pocos). ¿Cuáles van a ser las consecuencias? (Muchas). ¿Querés volver a trabajar? (Sí). ¿Estás preparado para ser aislado? (No)».

En sus tweets, Crews opinó que Harvey Weinstein no es el único depredador de la industria, así como Hollywood no es el único lugar donde suceden estas cosas.

Para finalizar la historia, dijo que esperaba que su testimonio le diera coraje a quienes habían sufrido situaciones de abuso para poder denunciarlas, y desalentara a los depredadores a seguir actuando de esa manera.

A la fecha, Crews demandó no solo a Venit sino también a William Morris Endeavor, la agencia de la que era parte, dado que no tomaron las medidas pertinentes luego de que les informara sobre lo sucedido esa noche.

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Adam Venit, agente de WME acusado de acoso por Terry Crews // Amanda Edwards/Getty Images.

En la entrevista que dio para la revista Time, Crews contó que decidió hacer público su caso tras leer tweets que desacreditaban a quienes habían denunciado a Harvey Weinstein.

«Realmente me afectó. No podía dejar de pensar en eso. Recuerdo haber agarrado mi teléfono y comenzado a escribir. No podía parar. Se convirtió en esta misiva de dieciséis tweets. Sólo recuerdo haber tenido que contar lo que sentía. Estaba enojado porque estas mujeres estaban siendo desacreditadas, descartadas. Su dolor parecía no significar nada.

Quería unirme, decir algo, darles mi apoyo. Quería hacerles saber que no estaban solas, que las entendía. Mi misión era darles fuerza. Que no aceptaran ser avergonzadas por la gente, porque eso estaba pasando, las estaban avergonzando. Estaban siendo victimizadas nuevamente».

Crews contó que en cuestión de horas su testimonio se había vuelto viral y que él no había consultado con nadie antes de hacerlo público, pero que sin embargo no importó porque se sentía libre.

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Shutterstock.

Hizo hincapié en que los hombres tienen que denunciar a otros hombres y responsabilizarlos por sus actos.

«Hasta que los hombres no se planten y digan que los acosos, los abusos y ciertas actitudes están mal, nada va a cambiar», dijo a la revista Time.

«Tengo autoridad para decir esto, porque vine de una cultura que cree que el hombre es más valioso que la mujer. Yo realmente creí que era más valioso que mi esposa e hijos. Hasta que tuve un cambio de paradigma en mi vida, fue como tocar fondo para darme cuenta de que todo estaba mal».

Habló también de cómo siempre las miradas se centran en la víctima y en lo que podría o no haber hecho en el momento del abuso, en lugar de mirar al abusador y preguntarle por qué hizo lo que hizo.

«En Hollywood necesitamos un reinicio. La gente me dice ‘Oye, podrías arruinar la carrera de este tipo’. Muy inteligente, eso es algo realmente inteligente para decir. Pero él se la arruinó solo cuando hizo esto. Esta gente necesita aprender qué es aceptable y qué no. La única manera de hacerlo es responzabilizando a la gente todo el tiempo. Esto le da sentido a mi vida. Déjame decirte que el tipo que se metió conmigo, se metió con el tipo equivocado».

Mencionó también la importancia de denunciar este tipo de situaciones y entender que a veces vas a tener que caminar solo este camino, pero que lo importante es dar el primer paso y denunciar, y no dejar pasar por alto estas cosas.

Podes leer más sobre las personalidades del año de la revista Time haciendo click acá.


Fuentes
TIME Magazine
Terry Crews Twitter Oficial

“Silence Breakers”, Personalidades del Año según la revista Time

Para su edición de 2017, Time pronunció como Personalidades del Año a las mujeres que se atrevieron a romper el silencio acerca de la violencia sexual en el mundo del espectáculo en los Estados Unidos, llamadas Silence Breakers.

Cada fin de año, la revista estadounidense Time nombra a la Personalidad del Año en base a los actores de la realidad global y su efecto en los distintos ámbitos de la vida. Entre los galardonados a lo largo de la historia de la revista se encuentran Martin Luther King Jr. (1963), Nelson Mandela (1993), la reina Isabel II del Reino Unido (1952) y Corazón Aquino (1986).

“Se convirtió en un hashtag, un movimiento, una suerte de Día del Juicio. Pero comenzó, como casi todos los grandes cambios sociales, con los actos de valentía individuales”, comienza la nota editorial que explica el por qué de la elección.

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Ashley Judd, Susan Fowler, Adama Iwu, Taylor Swift e Isabel Pascual fueron elegidas para protagonizar la portada de la edición.

En los últimos meses, decenas de mujeres del ambiente artístico, y varios hombres también, decidieron dejar de ser víctimas para poner a sus victimarios bajo los reflectores del mundo entero. Los testimonios cuentan historias de violencia y terror, con acosos sexuales que van desde comentarios inapropiados y manoseos no consentidos hasta actos sexuales explícitos.

Entre los acusados podemos encontrar al productor Harvey Weinstein, el director Brett Ratner, el actor Steven Seagal, el periodista de la cadena ABC News Mark Halperin y el editor de la revista Rolling Stone Jann Wenner. Hombres en distintos cargos del ambiente público, protegidos por el poder, el dinero y la trayectoria.

Cada día, salen a la luz nuevas acusaciones. Ya son más de 50 las personalidades del espectáculo, el periodismo y la política señaladas por más de 300 mujeres y hombres. Cientos de casos fueron llevados a la Justicia, y en las redes sociales, el hashtag #MeToo (“Yo también”) ya lleva acumulados millones de testimonios y muestras de apoyo desde más de 80 países.

La respuesta social general fue inmediata y tajante: este tipo de comportamientos no debe, y ya no será, tolerado. La valentía y la sororidad vencen al miedo, y las víctimas de violencia sexual no se callan más.


 

Fuente e imagen destacada:
Revista Time.

Traducciones: Rocio Sileo.