“Vivan las travestis artistas, que con su arte cambiarán el mundo. Solo el arte nos hará libres”, decía la activista Lohana Berkins. Esas palabras siguen vigentes y toman ahora corporeidad en un ciclo de arte trans que este sábado 23 de septiembre tendrá su segunda edición: Muestrans.
La primera edición de este festival tuvo lugar hace cuatro meses, el 13 de mayo. Fue un éxito rotundo, con una gran asistencia y, lo más importante, se constituyó como un punto de encuentro necesario para lxs artistas de la tantas veces relegada T del colectivo LGBTIQ.
Aquellxs que conforman Muestrans reivindican la importancia del arte como manifestación política y como una herramienta de comunicación poderosa. En el evento de difusión expresan: “Tenemos algo para contarles, desde nosotrxs mismxs que, además de ser personas trans, somos un montón de cosas más, por ejemplo: poetxs, músicxs, dibujantes, pintorxs, escultorxs, etcétera”.
Escritura Feminista entrevistó a Noah Almirón, artista, varón trans y organizador del ciclo de arte; porque sí, tienen muchas cosas para contar, y no dejan que nadie hable por ellxs.
¿Cómo surge el proyecto?
Yo participo de varios grupos de personas trans en Facebook y había notado que en varias oportunidades alguien subía un poema que escribía o subía un dibujo que hacía o una canción que cantaba y pasaba un poco desapercibida.
Como yo tengo una perspectiva artística de la vida, porque soy músico, empecé a notar esto y, con mi ganas también de tener un espacio para compartir las cosas que amamos hacer, para identificarnos con otras personas que hacían una actividad artística, quise que nos agrupemos y nos encontramos desde este lugar, nos conectamos desde este lado artístico que algunx que otrx teníamos.
Fue así que apareció el grupo Pubiz artistas trans. Empecé a invitar a todes en los grupos y se empezaron a copar; en quince días éramos ciento cincuenta personas. Comenzaron a compartir cosas alucinantes en el grupo y a la semana siguiente ya me habían ofrecido un lugar en Tierra Violeta con una fecha determinada. Este fue el horizonte, la meta fijada para organizar un evento.
Pensando en cómo hacer para encontrarnos, cómo hacer para organizar un evento, ya que yo no tenía experiencia con eventos ni de cómo una organización así, empecé a pedir orientación a gente que ya contaba con experiencia, a preguntar cómo se hacía. Todo se fue dando solo y fui aprendiendo en el camino con personas que se coparon y me enseñaron muchas cosas.
En dos meses organizamos el primer evento que fue hermoso y tuvo mucha repercusión. Todavía lo recuerdo con cariño.
¿Cuál fue la experiencia adquirida de la primera edición de la muestra?
La experiencia adquirida es muchísima, porque como decía, yo no tenía experiencia en hacer eventos de esta magnitud. Creo que me sobrepasó pero como esto es un encuentro colectivo y autoconvocado, independiente y horizontal, y como existía una necesidad de crear un espacio en donde expresarnos y visibilizarnos, hubo un gran empuje de todes quienes fueron parte de la organización.
Aprendí del punto de vista de todes, perspectivas diferentes de cómo hacer las cosas. Gente que, con su experiencia, transmitió ideas muy profesionales, prácticas y económicas: qué materiales utilizar para que las exposiciones fueran ideales, por ejemplo. Vas adquiriendo conocimientos y aprendiendo un montón.
Me he cruzado con personas que estudiaron iluminación y te dan sus puntos de vista o personas que han estudiado cine, curaduría o escenografía y aportan un montón a la propuesta. Me convertí en una esponja y estoy agradecido. Vas tomando el ritmo de cuánto te lleva hacer algo, cuánto cuesta, está buenísimo. Acumulás conocimientos mientras te vas relacionando con otras personas.
En la edición anterior, me hice amigo de Emma (Emma Harumi, música y DJ) con quien terminamos saliendo a tocar juntxs, y estoy armando una banda en la que participa una DJ que a su vez se relacionó con Emma para hacer un proyecto juntas. Eso es lo copado de la Muestrans: que vas haciendo redes.
También quisiera agregar como experiencia el poder conocer a más personas. Se han dado muchas situaciones en las que te das cuenta que esto era esencial, que lo necesitábamos y lo hicimos. Hace que sea hermoso todo lo que está pasando, absolutamente todo, tanto lo que se ve en el escenario como lo que está detrás.
En la Muestrans anterior hubo una visibilidad de los varones trans, que personalmente estábamos muy escondidos, muy alejados de muchos discursos, y la verdad es que ver a tantos expresarse fue hermoso.
El ciclo de arte hace énfasis en hablar desde lo trans y no de lo trans. ¿Qué implica este cambio de perspectiva con respecto a la representación que se acostumbra a ver de este colectivo?
Nos referimos a que ser una persona trans es una de las tantas características que nos constituye como personas, es una cualidad más que tenemos, junto a las cosas que sabemos hacer, que amamos. Ser trans es parte de quienes somos, yo soy hijo, hermano, amigo, trans, músico, me gusta el café con leche mitad y mitad, amo el blues y así un montón de descripciones más de mi persona.
No necesariamente hablamos de la transición, sino que queremos resaltar otras cosas que nos hace quienes somos y eso es lo que queremos compartir. El hecho de utilizar el arte como medio de expresión y hacernos un espacio para exponer es un hecho político de por sí, porque ponemos nuestros cuerpos allí, organizando y hablando de nosotrxs mismxs. Con nuestras propias voces decimos quiénes somos.
Hablar desde lo trans tiene que ver con que nos molesta que otras personas hablen de nosotrxs sin atravesar la experiencia de ser trans. Entonces, antes de seguir quejándonos, lo hacemos nosotrxs mismxs: levantamos la voz y decimos ¡acá estoy!
Esa fue también la intención de la primera Muestrans: que fuera un evento exclusivamente organizado por personas trans y de géneros fluidos, y hacerlo un lugar de expresión.
Por mi parte creo que sale de una necesidad personal y el sentimiento era compartido con muchas personas que hoy son parte de la organización y las exposiciones.
Vas a notar que en los videos de presentación de Muestrans o en los panfletos no hay una corporalidad, porque creo que sería imposible poder englobar en una sola la palabra trans como la estamos utilizando.
Generalmente, cuando veo que se organiza un evento transfeminista o con temática trans, aparece quizá alguna imagen o corporalidad, que suele ser la de una mujer trans, en la que se hacen notorios los genitales, por ejemplo. Creo que inconscientemente al escuchar la palabra trans, la relacionamos con una mujer.
Claro que esto tiene algunas explicaciones: un recorrido histórico militante muy importante y referentes que han dejado su vida por la lucha de la comunidad trans. Pero la realidad es que cuando yo digo o escribo trans, esa palabra también me pertenece, y como varón trans no me siento visibilizado.
También es una responsabilidad mía la de hacerme notar en esa palabra como una transmasculinidad. Creo que esa idea de hacer flyers con corporalidades hay que cortarla un poco, porque nunca vas a lograr englobar en una sola todas las miles de identidades trans que puede haber.
Sobre todo, también queremos expresar que si bien existe un lado no muy feliz que tiene que ver con ser trans en esta sociedad binaria, patriarcal y machista, también hay otro lado. En lo personal, asumirme como un varón transexual es lo mejor que me pasó en la vida, con todas las letras. Y eso da ganas de expresarlo: que es hermosa la manada trans, en donde hacemos redes de contención, de amistad y de amor, por supuesto.
La segunda edición de la Muestrans, con más de 30 artistas y stands feriantes, tendrá lugar el sábado 23 de septiembre a partir de las 18:30 hs en Feliza, Avenida Córdoba 3271. Entrada: $50 (no excluyente).
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