Costa Rica: política y religión

Algunos países de América Latina y el Caribe todavía cuentan con grandes grupos ultratradicionalistas, que se oponen a los avances en materia de igualdad de género, a los derechos conseguidos por la comunidad LGBTQI+ y, en consecuencia, a los derechos humanos.

Un ejemplo de los obstáculos que presentan estos agrupamientos se vio reflejado hace algunos meses, también en Costa Rica, cuando se opusieron fervientemente a la legalización del matrimonio igualitario.

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Si bien el Observatorio de Sexualidad y Política (SPW) recoge el accionar de estos grupos en una serie de investigaciones tituladas «Políticas Antigénero en América Latina», nos enfocaremos en el caso de Costa Rica, donde, según Alharaca, líderes evangélicos conservadores fueron posicionándose en la esfera política y parlamentaria, tomando presencia mediática e influyendo en la toma de decisiones, con el objetivo de llegar al gobierno.

Lo fundamental, entonces, es que estas agrupaciones y movimientos no solo intervienen en la vida social como una resistencia frente a las transformaciones y los derechos conseguidos, sino que logran insertarse en el ámbito político, impactando en las resoluciones, afectando a la sociedad y a los derechos de todes en su conjunto. Es por eso que lo religioso se vuelve inseparable de la toma de poder.

La investigación sobre este país, con autoría de Gabriela Arguedas Ramírez —farmacéutica, bioeticista, especialista en Derechos Humanos y consultora del Instituto Interamericano de Derechos Humanos—, busca contribuir a una mirada trasnacional del fenómeno de las ofensivas antigénero. También pretende trazar dinámicas de des-democratización, entendida como una erosión gradual del tejido democrático de la política, que transforma la arquitectura institucional de regímenes democráticos en simulacros.

En el documento, Arguedas Ramírez analiza el contexto de las campañas electorales y las elecciones durante varios años pero, a nivel general, la importancia y la cuestión de fondo radica en el predominio y en el peso del conservadurismo en la totalidad del pueblo costarricense.

La investigación entiende que las nuevas corrientes de activismo conservador y autoritario están vinculadas a las condiciones estructurales y la des-democratización en curso en América Latina, por lo que califica a las ofensivas antigénero como dispositivos de acumulación de poder político integradas por las resistencias frente a las transformaciones referidas a las cuestiones de género y sexualidadque se oponen a una democracia plural e inclusiva.

Además, están en contra de las leyes dirigidas a garantizar derechos sexuales, derechos reproductivos o derechos civiles para las personas homosexuales y trans; incluso han impedido la realización de abortos terapéuticos, previstos por la constitución de Costa Rica desde 1975.

Según el medio digital ecuatoriano Wambra, actualmente les activistas religioses ultraconservadores buscan incidir en el sector público y deslegitimar iniciativas de educación y salud pública que pretenden fomentar la igualdad de género en el país. Los nuevos ataques son en contra de la «ideología de género», a la que utilizan como acusación para oponerse a la educación sexual integral en las escuelas, al acceso a métodos anticonceptivos y a las dinámicas socioeconómicas características de un estado laico.

Pero sus ideales no son el único problema: en reiteradas oportunidades han difundido afirmaciones falsas y discursos armados políticamente en sectores de culto, lo que significa que son privados y, por lo tanto, no hay posibilidad de discusión. La información es unilateral y quienes asisten se ven en la obligación de seguir a su líder y a comprometerse con la fe.

La principal diferencia con otros países latinoamericanos es que estos sectores liderados o fundados por pastores evangélicos iniciaron su participación política a finales del siglo XX. Su función es ofrecer una alternativa con base en los valores y mandatos morales tradicionales, vinculados con las creencias religiosas, contribuyendo a un proceso de relegitimación de la autoridad religiosa dentro de la sociedad.

Esto se logra también con la normalización de los discursos religiosos dentro del campo parlamentario, cuyo objetivo es obstaculizar la labor del Estado en el reconocimiento y la protección en materia de Derechos Humanos. Asimismo, se oponen fuertemente al uso de guías de educación sexual en las escuelas, situación de fundamental importancia si se tiene en cuenta que la tasa de natalidad en adolescentes entre los 15 y 19 años asciende al 53,5% en Costa Rica.

La preocupación de les investigadores recae en la gran influencia que estos grupos logran ejercer. No solo se movilizan en el campo político, sino que también participan y esparcen sus ideales en los principales medios de comunicación costarricenses, como el diario La Nación o medios digitales como El Mundo CR y CRHoy, en donde se expresaron ideas que vinculaban la «ideología de género» con el nazismo y el marxismo y en donde se hacen grandes coberturas a «Marchas por la vida y la familia», organizadas por la iglesia católica.

Como asegura la autora de la investigación, estos discursos incitan a la acción:

«El buen creyente y ciudadano tiene el deber imperativo de actuar, por su bien, el de su familia y el de su país. Los actos de habla que se enuncian en lugares de carácter sagrado tienen un alto impacto en la vida cotidiana de las personas creyentes. Estos lugares, imbuidos de un simbolismo que resiste el paso del tiempo, proveen la fuerza de este acto elocutivo, emitido por los líderes religiosos, que hablan y actúan como líderes políticos».

Al día de hoy, todavía se puede advertir que los medios repiten las mismas ideas. El 15 de mayo, El Mundo CR titulaba:

«Iglesia Católica: «Lamentablemente la ideología de género gana cada vez más terreno en Costa Rica»

Mensaje de la Conferencia Episcopal de Costa Rica con motivo del «Día internacional de la familia».

«La ideología de género niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer y vacía el fundamento antropológico de la familia»

Conferencia Episcopal.

Las acusaciones giran, nuevamente, en torno a los supuestos valores familiares fundamentales que se «pierden» con el avance de dicha «ideología». En estos casos, buscan respaldarse mediante el uso de la coyuntura mundial:

«Para la Iglesia Católica «esta colonización ideológica desprestigia el valor de la persona, la vida, el matrimonio y la familia y dañan, con propuestas alienantes, especialmente a nuestros jóvenes dejándolos desprovistos de raíces para crecer»».

«Ya no se advierte con claridad que sólo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena, por ser un compromiso estable y por hacer posible la fecundidad».

«La familia se considera desde siempre como el “hospital” más cercano, donde gracias a sus cuidados amorosos, se garantiza al enfermo, y a todos sus miembros, la atención y ayuda necesaria. Es una realidad que se ha confirmado durante la pandemia del COVID-19».

El 25 de mayo, el mismo medio digital difundía los dichos de la diputada Nidia Céspedes con respecto a la entrada en vigencia del matrimonio igualitario:

«Mañana celebrarán las minorías, porque la mayoría del país tenemos un gran dolor. Mañana no hay nada que celebrar, al contrario, es un día triste para la familia tradicional costarricense».

«Hoy la esencia del ser costarricense, creyente de Dios, es atropellada por la fuerza de una minoría, que apoyada por los gobiernos PAC, abre portillos a prácticas como el aborto y la ideología de género. Es mi deber y responsabilidad seguir en la lucha contra la agenda que disfraza de «derechos humanos» su intención de imponer una ideología totalmente contraria a los valores y principios de la mayoría del pueblo costarricense».

Si bien la autora sostiene que, dentro del Colegio de Médicos y Cirujanos, los grupos cercanos al Opus Dei buscan implementar medidas contra toda forma de aborto y la patologización de las personas trans, también afirma que la opinión pública ya no sigue fervientemente, como en años anteriores, a las líneas ultraconservadoras.

A partir de una encuesta, se determinó que el 57% de las personas están a favor del aborto terapéutico y que casi un 46% está a favor del aborto en el caso de que el feto tenga malformaciones incompatibles con la vida humana.

Aunque todavía falta mucho por recorrer y mucho por avanzar, los datos muestran una posición menos severa hacia los derechos que se buscan alcanzar.


Fuentes:


Mutilación y ablación genital femenina: tolerancia cero

La mutilación o ablación genital (MGF) es una práctica que existe a nivel mundial y vulnera los derechos de niñas y mujeres desde hace siglos. Esta aberración, que consiste en mutilar el clítoris, órgano sexual encargado de producir placer, representa una forma de tener el poder y el control sobre las niñas y las mujeres que conlleva consecuencias inhumanas.

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¿Iguales ante los ojos de Dios?

Una institución católica dejó sin vigencia su contrato al enterarse que estaba casada con una mujer. Nuevamente, presenciamos la discriminación y la no aceptación de las elecciones personales de parte de una institución que pregona «el amor al prójimo».

El pasado 7 de septiembre, Carolina compartió su historia en redes sociales. Una institución católica había dejado sin vigencia su contrato luego de enterarse que su pareja era una mujer.

Carolina es docente de italiano y estaba en plena búsqueda laboral en el mes de julio cuando concretó tres entrevistas con el Instituto Madre de los Emigrantes (IME), un colegio de gestión privada y católico ubicado en el barrio de La Boca, Buenos Aires.

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La parroquia del IME | Fuente: Historia de Parroquias de Buenos Aires

En las entrevistas, Carolina le comentó a las autoridades sobre un viaje que tenía pautado para el mes de agosto y que podría afectar su ejercicio en la institución. En su momento, las autoridades decidieron incorporarla de igual manera y fue citada por última vez para presentar la documentación pertinente para su incorporación al establecimiento escolar.

Una vez ya firmada una declaración jurada con todos mis datos personales para que me diesen de alta en AFIP, la secretaria corroboró la información y dio con que mi cónyuge es mujer. Me preguntó de hecho si efectivamente era así, con cierto tono de «sorpresa».

Once dias mas tarde, a través de un correo electrónico, la institución le informó a Carolina que su incorporación quedaba anulada a raíz del viaje que ella había informado desde la primera entrevista y el cuál no había parecido ser un problema al momento de contratarla.

El IME es un colegio que profesa la religión católica y cuya máxima autoridad es un cura. Dentro de la institución, las paredes visten carteles que convocan a luchar «Por las 2 vidas».

Lo primero que hice fue la denuncia en el INADI y al día siguiente mandé un telegrama al IME en contestación al mail que me enviaron de rechazo. No hubo respuesta pese a que fueron intimados en un plazo de cinco días. Consecuentemente, dimos el paso hacia la conciliación en el SECLO del Ministerio de Trabajo.

En las instancias de conciliación que Carolina tuvo con las autoridades de la institución y sus representantes legales, no hicieron más que negar su accionar discriminatorio. Incluso, según cuenta Carolina, la abogada del IME desconocía la Ley Antidiscriminación. «Nos pedía que yo demuestre que fui discriminada cuando justamente por ley es la otra parte quien tiene que demostrar que no discriminó».

Tras la última instancia de conciliación, en la que la institución siguió sin presentar una oferta o reconocer el daño moral, Carolina presentará una demanda junto al equipo de la Defensoria LGBT y llevarán a juicio a la institución.

Me había proyectado dando clases ni bien terminasen las vacaciones de invierno y por el resto del año. Además de que habría sido la primera vez que dictaba clases en el Nivel Inicial y Primario. (…) Cuando recibí la noticia llegué a pensar que el sistema educativo me cerraba puertas por cuestiones ajenas a mi formación. De ahí mi impotencia.

A pesar de no haber tenido comentarios negativos sobre la institución al momento de presentarse a las entrevistas, tras dar a conocer el caso recibió el apoyo de muchxs docentes y alumnxs de la escuela. Así fue como conoció la situación particular de un alumno que tuvo que retirarse de la escuela debido a que sufría bullying por parte de sus compañerxs mientras la institución no hacía nada para ayudarlo e incluso lo culpaba por lo que ocurría.

Es de público conocimiento el accionar discriminatorio por parte de la iglesia católica hacia la comunidad LGBTIQ+. Muchos de sus fieles condenan la homosexualidad y al día de hoy hablan de esta orientación sexual como «un pecado» y algo que su Dios condenaría. Sin embargo, parecen no darle tanta importancia a los graves delitos que la institución a la que le rinden culto comete año tras año y que suelen quedar impunes.

En estos días, se dieron a conocer nuevas denuncias por abuso de menores en el Instituto Próvolo de La Plata en el que se habla de 17 víctimas abusadas por curas que ya tenían denuncias por estos mismos delitos en la sede Mendoza. Uno de los sacerdotes denunciados habría sido trasladado a Verona. Es un modus operandi común dentro de la iglesia católica: proteger a los abusadores y excluir a cualquier persona que no actúe según sus ideales.

El de Carolina es uno más de los casos de discriminación por parte de la iglesia católica que vemos a diario en portales de noticias. No dejemos que quede impune, no dejemos que las instituciones sigan opinando sobre nuestras vidas. Una institución que no es capaz de condenar a su propia gente por los delitos que comete no tiene autoridad moral alguna para querer decidir sobre la vida de quienes son ajenos a ella y cerrarle puertas en base a su vida personal.

 


Fuentes:
Historia de Parroquias
Diario San Rafael

Pederastia eclesiástica

Italia, Gran Bretaña, Chile y Estados Unidos son algunos de los países testigos del abuso vestido de sotana. Una nueva ola de denuncias arrincona a la Iglesia católica y deja en evidencia las redes de religiosos vinculados a casos de abuso sexual.

Las primeras informaciones del mes llegan desde Italia, donde el sacerdote Paolo Glaentzer, acusado de abusar de una niña de 11 años, se defiende con la indignante excusa: “Pensé que tenía 15 años”. Detenido en su domicilio e imputado por ofensa sexual agravada, Glaentzer aseguró que la niña era quien tomaba la iniciativa en esas situaciones, que cometió un error, pero que fue el diablo quien le puso una trampa.

Casi al otro lado del globo, en Pensilvania, Estados Unidos, las aberraciones cometidas por los clérigos salieron a la luz durante estos últimos días. Se revelaron casos estremecedores, plasmados en investigaciones de más de 1300 páginas. Luego de una larga indagación, se afirmó que distintos tipos de abusos fueron cometidos por alrededor de 300 sacerdotes a lo largo de 70 años.

Según Los Andes, las acusaciones afectan a seis de las ocho diócesis del estado y, aunque ya identificaron 1000 víctimas, se estima que hay otras miles no reportadas. El fiscal Josh Shapiro sostiene:

«Los sacerdotes abusaron de niños y niñas pequeños, y los hombres de Dios que eran responsables de ellos no hicieron nada, ocultaron todo. El encubrimiento fue sofisticado. Mientras tanto, los líderes de la Iglesia registraron los abusos y los encubrieron. Los arzobispos tenían la llave a los archivos secretos, el encubrimiento llegó en algunos casos hasta el Vaticano».

«La mayor parte de las víctimas fueron varones, pero hubo chicas también. Algunos eran adolescentes, otros prepúberes. Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía. Algunos fueron obligados a masturbar a sus agresores o fueron manoseados por ellos. Algunos fueron violados analmente, otros vaginalmente, otros oralmente. Pero todos fueron apartados por las autoridades de la Iglesia, que prefirieron proteger a sus abusadores y a la institución por encima de todo».

Los documentos internos de la Iglesia revelan cómo las autoridades mostraron un desprecio absoluto por las víctimas al usar eufemismos para describir los abusos y calificarlos como jugueteos o contactos inapropiados. El fiscal afirma que no se trató de eso:

«Fue abuso sexual de menores, inclusive violación, cometido por hombres grandes contra niños».

Frente a las acusaciones, los eclesiásticos no designaban las investigaciones a personas capacitadas sino a otros sacerdotes. Tampoco eran denunciados ante la policía. Todo se mantenía dentro de la institución y, en general, volvían a trabajar en otras parroquias donde nadie sabía que el acusado en cuestión era pedófilo.

Uno de los escalofriantes testimonios corresponde a un menor que se negó a mantener relaciones sexuales con un cura y fue agredido sexualmente con un crucifijo. La mayoría de los casos, dado el tiempo que pasó y la muerte de algunos acusados, prescribieron.


Para más información dirigirse a

Imposición ultraconservadora

Desde que, en 2015, el gobierno nacionalista de Ley y Justicia (PiS) tomó las riendas del poder en Polonia, se ha emprendido una purga de administración, empresas públicas, medios de comunicación, y un recorte de derechos contra las mujeres.


En el artículo escrito por María R. Sahuquillo, enviada especial del diario El País, es explícito el golpe que está dando el poder Ejecutivo contra la sociedad. El histórico Centro para los Derechos de las Mujeres de Polonia perdió las subvenciones estatales. Martha Lempart, conocida activista, afirma que este es otro ataque más al feminismo.

Además de la reducción en la promoción de proyectos de trabajo femenino, también se redujeron los programas de atención y educación para menores discapacitadxs, lo cual obliga a muchas mujeres a quedarse en casa para cuidar a sus hijxs.

El partido llegó al poder siguiendo un camino de derecha, conquistando, polarizando a la sociedad, reduciendo las subvenciones estatales, eliminando la educación sexual de las escuelas, retirando financiación a tratamientos de reproducción asistida, y limitando el acceso a la pastilla “del día después”.

A partir de esto, se generó a través de Facebook un mercado negro de medicación anticonceptiva de emergencia, ya que solo es posible conseguirla con receta y casi nunca se consigue de forma legal, debido a que los médicos se niegan a prescribirla por «cuestiones de moral».

El líder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, planea seguir endureciendo y restringiendo las medidas abortistas del país, en apoyo a las propuestas de las organizaciones religiosas. Sus valores se basan en la familia, que para él sólo es la compuesta por un hombre y una mujer.

El politólogo Aleksandr Smolar, afirma:

«La promoción de los orígenes cristianos y demócratas es la base de su ideología, pero también difunden un discurso de odio contra el multiculturalismo, los cambios sociales, los gays, el feminismo o incluso los ecologistas. Por ellos, volvería el imaginario de los años cincuenta».

El PiS limita cualquier tipo de información que pueda desestabilizarlo. Reduce movimientos públicos contra malos tratos y los centros de refugio disponibles. Además, introdujo una tasa para los casos de divorcio, lo que representa un gran bloqueo para las víctimas de violencia de género. Todos estos elementos agudizan la violencia machista en Polonia, donde se registran unas 67 000 denuncias al año por este motivo.

“Los derechos de las mujeres polacas están bajo constante ataque y esto se debe fundamentalmente a la conexión entre el gobierno populista y la iglesia católica, con la que tiene una deuda por su apoyo en las elecciones. Están pagando esa deuda con los cuerpos y las libertades civiles de las mujeres”. Lempart.

“Nos identifican en marchas pacíficas, imponen multas, incluso ha habido personas despedidas de su trabajo vinculado a la Administración por participar en las protestas. Les asustamos, así que están creando un clima político para reprimirnos”. Prus (organizadora del Paro de Mujeres).

Sin embargo, ellas no desisten. Las protestas se han incrementado y reorganizado para dar pelea.

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Fuente: El País.

 


Fuentes

Educación sexual para decidir

En el año 2006, se sancionó la Ley de Educación Sexual Integral pero, al día de hoy, sigue sin cumplirse. ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué es necesaria su implementación? 

«Establécese que todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal», líneas introductorias a la ley 26.150 (ESI).

A pesar de que la ley cumplirá 12 años desde que fuera sancionada, aún hoy sigue sin implementarse de manera adecuada y, por lo tanto, quedó desactualizada.

Según la ley, la ESI comprende tanto los aspectos biológicos de la sexualidad como los psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Esto implica que las escuelas no deben simplemente hablar del sistema reproductor y enseñar a usar los métodos anticonceptivos de manera efectiva, sino que además deben explorar la diversidad, el respeto hacia las parejas sexuales y la sexualidad responsable, entre otras cosas.

«En cuarto año, una profesora de salud y adolescencia se animó a hablarnos, pero cada vez que teníamos su clase tenía que cerrar las puertas, y que nada de lo que habláramos saliera del curso porque, si no, corría «riesgos»». Rocio, exalumna de un colegio católico de Lanús.

Actualmente, la educación sexual es abordada en las escuelas de manera paupérrima, si es que siquiera se aborda. Se habla poco y nada, en clases de biología o salud mayormente. Muchas veces, se realizan talleres a pedido de los propios estudiantes, pero sigue sin abordarse de manera transversal como la ley indica.

«En mi colegio, la Educación Sexual se habla en marco del pedido de lxs estudiantes estrictamente. En cuatro años de cursada, todas las actividades en torno a E.S.I. fueron organizadas por el centro salvo una excepción el año pasado donde se trató violencia de género». Cassandra, alumna de una escuela pública de Balvanera.

La educación sexual es importante, no sólo para poder concebir una sexualidad responsable desde temprana edad, sino también para poder derribar los estereotipos de género y el desconocimiento por la diversidad sexual. Sin embargo, la sexualidad sigue siendo abordada desde una mirada cisheteronormativa que no incluye a las distintas identidades de género ni tampoco contempla las diversas orientaciones sexuales.

«Me hubiera gustado que hablen de las orientaciones sexuales. Yo, como una persona bisexual, me sentí súper invisibilizada. Lamentablemente, la única vez que tocamos el tema fue cuando uno preguntó si la OMS consideraba a la homosexualidad una enfermedad. La respuesta de la profesora fue un «no» y cambió de tema». Aylén, alumna de una escuela católica de Morón.

Lo más habitual es que los contenidos de educación sexual se vean en los últimos dos años de secundaria, con alumnos de entre 16 y 18 años. Según distintos estudios, en nuestro país los adolescentes comienzan su vida sexual antes de los 16 años: por ende, estos temas se abordan de manera tardía.

«Todo lo que nos dieron de educación sexual, ya lo había aprendido antes fuera del colegio. Ya sea por las redes sociales, mis viejes, amigues, etc. Decidí no esperar a cumplir 17 años y llegar al último año de secundario para aprender cosas que me parecen sumamente importantes y que se tendrían que enseñar mucho antes». Lucas, exalumno de una escuela católica del microcentro porteño.

Dado que hay un artículo de la ley que establece que cada institución escolar tiene derecho a decidir sobre el proyecto institucional para abordar el tema, muchas escuelas (principalmente religiosas) abordan solo la sexualidad con fines reproductivos e incluso desalientan el uso de métodos anticonceptivos.

Según una encuesta realizada por la Fundación Huesped, el 86% de los alumnos siguen asociando la educación sexual al sistema reproductivo. Si bien hoy en día hay movimientos estudiantiles interesados en promover la ESI, la situación no es homogénea dentro de la comunidad educativa.

La ESI debería poder otorgar herramientas a los jóvenes para disfrutar de su sexualidad de manera responsable y libre de prejuicios. Para educarse en la diversidad y el respeto hacia el otro. Para derribar los estereotipos de género y educar una sociedad más equitativa.

Aunque mucha gente decida hacer oídos sordos, una de las bases de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto es la lucha por la Educación Sexual Integral. Si no tenemos una educación sexual integral, transversal y que se cumpla en todas las escuelas, tenemos una sociedad desinformada, que desconoce sus derechos, que no puede elegir libremente.

Educación sexual para decidir.

Anticonceptivos para no abortar.

Aborto legal para no morir.


Fuentes:
Ley de Educación Sexual Integral
Fundación Huesped

Ser mujer

En un mundo multicultural y cargado de antiguas tradiciones a las que se somete a la mujer, incluso las costumbres consideradas ilegales siguen arraigadas en algunas zonas. A pesar de las oposiciones, se siguen llevando a cabo y le arrebatan la vida a personas inocentes.

Hace unas semanas fue encontrada sin vida Gauri Bayak Budha, una joven nepalí de 23 años. La causa de su muerte involucra una vez más al “Chhaupadi”, antigua tradición hindú que ya se cobró la vida de otras 4 mujeres en Nepal.

Este tipo de práctica, todavía presente, impide a las mujeres que están menstruando o en período de posparto ingresar a sus casas, para no “contaminar el hogar”.

Fuentes policiales confirman que Gauri Bayak habría encendido una fogata para protegerse del frío y la inhalación de humo arrasó con su sistema respiratorio. Las víctimas anteriores fueron dos mujeres de 15 y 21 años, que fallecieron por hipotermia, y una tercera de 19, que fue mordida por una serpiente mientras permanecía en una pequeña choza.

Según CNN, además de tener prohibido el ingreso a sus domicilios, las mujeres tampoco pueden tocar a otras personas, al ganado, a los libros e incluso a ningún tipo de fruta o vegetal en estado de crecimiento. Si necesitan ir al baño, se ven obligadas a caminar hasta el río más cercano.

Con la intención de eliminar esta antigua costumbre, el parlamento nepalí aprobó un proyecto de ley que entendería como delito el destierro de mujeres durante su período. Una vez que este proyecto se haga efectivo, fijado para entrar en vigencia durante 2018, cualquiera que obligue a una mujer a entrar en una choza menstrual será sentenciadx a 3 meses de prisión o a pagar una multa de 3000 rupias.

El gran miedo de todxs lxs que se oponen a este tipo de rituales es que, a pesar de las leyes, las mujeres aún se vean obligadas a seguir la tradición, y se preguntan si tendrán la fuerza suficiente para denunciar ante las autoridades a los miembros mayores de sus familias.

Lxs activistas sostienen que, más allá de las legislaciones, se necesitan campañas de concientización para lograr arrancar de raíz este problema, que había sido tratado durante 2005 sin éxito.

A pesar de ser un proceso biológico normal, la menstruación aún es un tema tabú, incluso en occidente. Es un tópico del que hasta hace poco tiempo no se hablaba abiertamente.

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«Necesitamos mejor educación para terminar con los tabúes sobre la menstruación».

A favor de este pedido, Chella Quint, escritora y comediante, creó el proyecto “Period Positive” que busca mejorar la educación con respecto al ciclo menstrual. Para más información sobre este proyecto, pueden consultar Facebook o Period positive.  

Según un grupo de activistas entrevistadas por Público, menstruar se convierte en vergüenza social, así como manchar la ropa. El tabú está relacionado con situaciones socioculturales pero también económicas, ya que a las grandes empresas les conviene, por ejemplo, seguir vendiendo tampones en grandes cantidades en vez de promocionar la copa menstrual.

Los mitos y creencias sobre la menstruación a lo largo de la historia son muchas; los miedos y los dichos también. Cambian de oriente a occidente, pero están presentes en cada una de las culturas. Hablar del período incomoda, incluso entre mujeres, y aún hoy se sigue viviendo desde el silencio.


Fuentes
CNN
Publico
El diario
Caracoltv
Fucsia

¿Por qué leer a Margaret Atwood?

Es conocida por ser la autora de «El cuento de la criada» y la novela basada en hechos reales «Alias Grace» pero es importante hacer un repaso por su biografía, todas sus obras y su pensamiento, para poder entender por qué tenemos que leer a Margaret Atwood.

Margaret Atwood es profesora de literatura inglesa, cursó en diversas universidades como Victoria College, Radcliffe y Harvard. Considerada como la eterna aspirante al premio Nobel, este año ganó el premio de la Paz de los Libreros Alemanes en reconocimiento a su olfato político y calidad literaria.

El Gremio de los Libreros la describió como una escritora comprometida con la humanidad, la aspiración a la justicia social y la tolerancia. «A través de Atwood, descubrimos quiénes somos, dónde estamos y lo que nos debemos a nosotros mismos y a la convivencia pacífica», señaló el texto de los Libreros al entregarle el premio.

Atwood nació en Ottawa, Canadá, el mismo año que se desató la Segunda Guerra Mundial (1939). Quizá por eso su conciencia social, su compromiso con la humanidad. A sus 78 años recorrió diversos períodos históricos que le dan una visión profunda de la actualidad.

También se refleja en su elección por el género distópico para poder contar sus historias como sucede en The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada), influenciada por 1984 de Orwell y escrita un año después.

La historia en la que un régimen totalitario, conservador y religioso toma el poder de una parte de Estados Unidos y establece que el cuerpo de las mujeres -fértiles- sólo sirve para procrear se convirtió en serie este año y se llevó numerosos premios Emmy, incluido el de mejor serie dramática.

Para saber más sobre la serie, podés leer nuestra reseña: The Handmaid’s Tale y el pecado de ser mujer.

En el prólogo de la última edición de «El cuento de la criada», Atwood desarrolla una serie de preguntas que le hacen a menudo sobre el libro:

«¿El cuento de la criada es una novela feminista? Si eso quiere decir un tratado ideológico en el que todas las mujeres son ángeles y/o están victimizadas en tal medida que han perdido la capacidad de elegir moralmente, no.  Si quiere decir una novela en la que las mujeres son seres humanos —con toda la variedad de personalidades y comportamientos que eso implica— y además son interesantes e importantes, y lo que les ocurre es crucial para el asunto, la estructura y la trama del libro… Entonces, sí. En ese sentido, muchos libros son feministas«.

Y continúa:

«¿Por qué son interesantes e importantes? Porque en la vida real, las mujeres son interesantes e importantes. No son un subproducto de la naturaleza, no representan un papel secundario en el destino de la humanidad, y eso lo han sabido todas las sociedades. Sin mujeres capaces de dar a luz, la población humana se extinguiría. Por eso las violaciones masivas y el asesinato de mujeres, chicas y niñas ha sido una característica común de las guerras genocidas, o de cualquier acción destinada a someter y explotar a una población».

«¿El cuento de la criada es una predicción? No, no es una predicción, porque predecir el futuro, en realidad, no es posible: hay demasiadas variables y posibilidades imprevisibles. Digamos que es una antipredicción: si este futuro se puede describir de manera detallada, tal vez no llegue a ocurrir. Pero tampoco podemos confiar demasiado en esa idea bienintencionada (…)».

«Tras las recientes elecciones en Estados Unidos, proliferan los miedos y las ansiedades. Se da la percepción de que las libertades civiles básicas están en peligro, junto con muchos de los derechos conquistados por las mujeres a lo largo de las últimas décadas, así como en los siglos pasados.

En este clima de división, en el que parece estar en alza la proyección del odio contra muchos grupos, al tiempo que los extremistas de toda denominación manifiestan su desprecio a las instituciones democráticas, contamos con la certeza de que, en algún lugar, alguien —mucha gente, me atrevería a decir—  está tomando nota de todo lo que ocurre a partir de su propia experiencia. O quizá lo recuerden y lo anoten más adelante, si pueden.

¿Quedarán ocultos y reprimidos sus mensajes? ¿Aparecerán, siglos después, en una casa vieja, al otro lado de un muro?

Mantengamos la esperanza de que no lleguemos a eso. Yo confío en que no ocurra».

Nosotres también.

Fuentes

El cuento de la criada, Margaret Atwood, por Editorial Salamandra (2017).

ABC cultura

Ministerio de Cultura